domingo, 13 de mayo de 2018

Trolls políticos en Argentina: Estructura y alcance

Mundo troll: el detrás de escena de las fábricas de insultos en las redes sociales


Brenda Struminger
LA NACION


Siete comunicadores, publicistas y técnicos informáticos brindaron detalles sobre su funcionamiento Fuente: LA NACION - Crédito: Alfredo Sabat

¿Una oficina repleta de personas que escriben insultos? ¿Un operario que presiona un botón? ¿Programas automáticos? ¿Una jefa que decide el próximo "Trending Topic"? ¿Reuniones con dirigentes políticos? ¿Dinero en negro? Un poco de todo. Los "ejércitos" de trolls y bots en redes sociales funcionan en el mundo virtual, pero están montados sobre una estructura humana. Implican inversión, contratación de personal y adquisición de programas y cuentas falsas, muchas veces en el exterior.

Siete comunicadores, publicistas y técnicos informáticos que trabajaron en campañas de trolls o las coordinaron brindaron detalles sobre su funcionamiento, con la condición de que no se publiquen sus identidades ni los nombres de sus agencias.

Fueron contratados por dirigentes y partidos políticos, a través de sus consultoras y agencias publicitarias, para brindarles servicios de trolls y bots (cuentas apócrifas y automáticas destinadas a agredir, cambiar el foco de una conversación pública o instalar temas).


Las principales fuerzas también tienen sus propias agencias, montadas, o bien en sus locales partidarios, o en oficinas. Todo depende del presupuesto. Suelen instalarse en el Distrito Audiovisual (que comprende áreas de Palermo, Chacarita, Villa Ortúzar, Colegiales y Paternal), por los beneficios impositivos.

"Monitos"

Un equipo de trolls se divide en tres áreas: una persona o grupo que decide la estrategia (a quién hay que hablarle, a quién hay que atacar, y cómo); un equipo audiovisual que diseña las piezas que se difunden (videos, imágenes, flyers); y uno de empleados junior, que llevan a cabo las campañas. A estos últimos suelen llamarlos "monitos".


Los operarios no firman contrato, se les paga en negro y se les pide discreción a la hora de referirse a su trabajo. Son estudiantes o licenciados en Comunicación o Informática. Tienen entre 20 y 35 años. Algunos tienen horarios fijos y asisten a una oficina; otros trabajan desde sus casas y envían a sus jefes capturas de pantalla de cada operación. Cobran entre 10 y 15 mil pesos por mes. Los mejor pagos son los que están disponibles a toda hora, cualquier día.

"En el mundo de la comunicación política hay incendios. Un buen equipo de trolls sale a apagarlos en tiempo real, cambia el foco de la discusión cuando se necesita", sostuvo un consultor que lleva 10 años en el negocio de la propaganda política.

Una licenciada en Comunicación de 28 años y un técnico en Periodismo de 42 revelaron a LA NACION que trabajaron más de un año en agencias de trolleo. Cobraban en efectivo, que les entregaban en sobres por mes.

Una hacía campaña para el presidente de un país centroamericano; el otro para un intendente del PJ bonaerense. Ambos asistían a oficinas, respectivamente, en Vicente López y en Palermo, donde trabajaban con otros comunicadores. Sus tareas se dividían entre ataques por redes e instalación de ciertas palabras o frases en las listas de tendencias de las redes, llamados Trending Topic. Un "TT", según la agenda del día, puede lograrse con 300 cuentas que tuiteen sobre el mismo tema al mismo tiempo.


Los partidos políticos también tienen sus propias agencias, montadas, o bien en sus locales partidarios, o en oficinas Crédito: Shutterstock

Costos

Los gastos para realizar una campaña ilegítima en redes sociales son destinados principalmente a la compra de cuentas y software y al pago de sueldos de operarios y diseñadores. El monto total varía según la calidad y tipo de cuentas, la cantidad de empleados y su disponibilidad. Pero los dueños de las agencias admitieron que el precio se decide de acuerdo a la billetera del cliente.

Las agencias compran cuentas "truchas" en redes sociales a través de internet. Entre 2008 y 2009, cuando empezaron a utilizarse en el país, solo podían adquirirse en la deep web ("internet profunda", un área de la red que no está indexada por los motores de búsqueda convencionales) o en páginas del exterior. Un consultor pionero en la coordinación de "granjas de trolls" conseguía, en 2014, cuentas falsas creadas en Vietnam; otro en Polonia, otro en India, otro en Pakistán. Hoy también están disponibles en páginas argentinas.

Una cuenta validada (asociada a una línea telefónica, que permite crear perfiles en varias redes) sale entre 20 y 50 dólares. Se calculan unos 100 dólares para lograr interacciones (por ejemplo, likes) para 3000 cuentas apócrifas. Y un programa para manejar bots cuesta unos 1000 dólares.

También hay programadores independientes que trabajan free lance. Un experto en informática, por ejemplo, se dedica a "incubar" perfiles en redes sociales. Los crea, por ejemplo, en Instagram, y durante varios meses emite mensajes, sigue a otros usuarios y logra que lo sigan. Cuando la cuenta se transforma en un perfil creíble, lo vende a 50 dólares.

Los trolls y la política

Los directivos de agencias consultados aseguraron que los partidos de todo el arco político usaron trolls alguna vez. La actividad aumenta en épocas de campaña, pero entre los principales partidos está vigente todo el año.

Algunos dirigentes contratan consultoras externas, otros tienen agencias propias. O como se los llama en la jerga, "call centers". "Que existen, existen y se usan", dijo una fuente del oficialismo que trabaja en el área de comunicación digital. "Pero hay que desmitificar que son miles de monos escribiendo insultos todos los días todo el tiempo".

Las fuerzas políticas, además de contratar operarios profesionales a través de agencias, convocan a sus seguidores para que "militen las redes sociales" difundiendo mensajes o cuestionando a quienes publican ideas contrarias. También les piden, por mail o mensaje privado, que "cedan" sus cuentas. Así, la central de operaciones del partido tiene a su disposición centenares de cuentas con perfiles "reales" para realizar campañas en redes sociales, lo cual le aporta mayores interacciones.

Además, reduce los "castigos" que imponen las empresas de redes sociales a las cuentas falsas. Tanto Twitter como Facebook e Instagram utilizan mecanismos para detectar este tipo de cuentas y desestimarlas en las búsquedas de los usuarios o eliminarlas.

El bloggero y experto en uso de redes, Fabio Baccaglioni, trabaja hace años con un software que releva conversaciones y usuarios y los vierte en una base de datos. Su sistema le permite detectar cuentas falsas y bots y distribuirlos en listas por afinidad política. Asegura que detecta, a diario, unos 20 mil usuarios falsos. "De esos, unos 10 mil son kirchneristas y otros tantos son del Pro. Pero sé que son más. Estos son los que tengo asegurados como trolls y bots. Soy exigente a la hora de categorizarlos".

Muchas veces los trolls y bots se usan para desviar o modificar los focos de las conversaciones en Twitter, Facebook e Instagram sobre determinados temas. Un ejemplo reciente lo provee Baccaglioni: detectó que la mayor parte de los mensajes en Twitter el día después del asesinato de un colectivero en Tristán Suárez cuestionaban al gobierno provincial. Alrededor del mediodía, hubo un cambio drástico. La mayoría de las conversaciones criticaba a la intendencia de La Matanza. Rastreó el tipo de tuits emitidos en ese rango horario y descubrió que habían aumentado exponencialmente, y que las cuentas que tuiteaban eran falsas. Poco después, uno de las tendencias en Twitter era #RenunciaMagario.

"Cuentas robustas"

Los trolls perfeccionan cada año sus estrategias para parecer reales. Por ejemplo, publican textos con errores de ortografía o imágenes de elaboración no profesional. "Si quiero aparentar que soy alguien real, pero escribo perfecto o publico una pieza visual con buen diseño, tendré una apariencia sospechosa", dijo un exempleado de una fábrica de trolls del PJ. "En general se prefiere difundir piezas con defectos, que hacen a las cuentas más humanas".

Los expertos remarcan que los servicios se perfeccionaron en los últimos años. "Hay un gris muy grande en la detección, porque muchos dejaron de funcionar exclusivamente de forma automática. Ahora las cuentas intercalan sus publicaciones con posts manuales, mensajes más elaborados. Así logran camuflarse para simular que la cuenta parezca real", dice el experto informático.

Los perfiles y sus alcances son estudiados minuciosamente por las agencias, que crean cuentas de acuerdo a esas mediciones: las cuentas de mujeres rinden mejor que las masculinas; las de usuarios jóvenes "miden" más que las de los mayores.

"Un perfil muy rendidor y usado como troll es el de una supuesta mujer que publica fotos de su cuerpo. Por eso es común encontrar cuentas de chicas jóvenes en poses sexy que también tuitean sobre política", dijo a LA NACION un especialista en posicionamiento en redes sociales que tiene su propia agencia de influencers y trabajó con trolls pero los dejó hace tres años.

No sólo los usan políticos. También empresarios o figuras del espectáculo que quieren levantar sus perfiles públicos o limpiar sus imágenes. Un especialista relató que recibió una oferta para trabajar con las redes de un importante actor que había sido denunciado por violencia de género.

Glosario

Troll: cuenta de una red social que puede tener o no una identidad real que la respalde. En general se usan para agredir, pero también para instalar trending topic. Una sola persona puede manejar entre 10 y 20 cuentas. Según la atención que le preste a cada una (calidad de los mensajes) puede lograr tener un perfil más creíble. Mientras más verosímil es, mejor posicionados estarán sus mensajes.

Bot: son cuentas poco elaboradas que se manejan automáticamente con un software. Una persona, con un programa adecuado, puede manejar miles de cuentas de bots. Sirven para instalar temas en la lista de tendencias de la red social o para aumentar la cantidad de seguidores de un usuario. Son más fáciles de detectar que los trolls porque sus perfiles son básicos y reproducen mensajes en masa, al mismo tiempo.

Campaña sucia en redes: el objetivo de una campaña de trolls y/o bots es modificar la opinión pública creando conversaciones o Trending Topics. El logro máximo es transformarse en noticia en los medios de comunicación tradicionales. Por ejemplo, que un canal de televisión reproduzca tuits falsos o un diario mencione un trending topic impulsado por robots. La diferencia principal con una campaña legítima es que los trolls publican contenidos falsos a través de usuarios falsos. Es decir que no hay identidades reales detrás de cada cuenta. Un operario suele manejar entre diez y veinte trolls al mismo tiempo. Y una sola persona puede mantener operativos, a través de un software, a miles de bots.

viernes, 11 de mayo de 2018

Hashtag "Help Catalonia" y la clásica polarización política



En verde los mensajes en castellano y en rojo los que estuvieron en inglés.



Ampliación del cluster en inglés. Aún en este cluster, el castellano siguió siendo importante.

miércoles, 9 de mayo de 2018

ARS 101: Censo de tríadas

Censo de tríadas

Swede White


El sociograma de Moreno y el posterior censo de tríadas proporcionaron lo que algunos llaman el ADN de las redes sociales. La Figura 1 ilustra dieciséis posibles configuraciones de estas tríadas. Cada vértice representa un actor / agente, y cada enlace representa una conexión a través del cual fluye la información, el dinero o algún otro fenómeno (recurso) mensurable. Los enlaces dirigidos indican la dirección del flujo y su reciprocidad entre los agentes.

Figura 1: Configuraciones de la Tríada de red del Censo de dieciséis


La distribución de tríadas (y díadas) en una red se puede comparar con grafos generados aleatoriamente con el mismo número de vértices y la probabilidad variable de compartir enlaces, es decir, densidad de red (Lu 2011). La Figura 2 ilustra la historia del censo de una red aleatoria iterada con 12 vértices y una probabilidad de 0.2 de compartir enlaces.

Figura 2: tipo de tríada de red en redes generadas aleatoriamente P = 0.2


La red en la Figura 2 se repitió solo diez veces, sin embargo, surge una distribución clara. Las tríadas con reciprocidad compartida son menos probables. Sin embargo, a medida que la densidad de la red aumenta con una probabilidad de 0.6, vemos una tendencia diferente en la Figura 3.

Figura 3: tipo de tríada de red en redes generadas aleatoriamente P = 0.6


Si se mide, por ejemplo, el flujo de información a través de una red, esperaríamos que una red densa generara reciprocidad a una tasa mayor. Cabe destacar que los mecanismos de vinculación (Borgatti et al., 2009), donde un nodo distribuye información o recursos a dos notas desconectadas, sugieren que la posición podría obtener una ventaja competitiva al jugar los nodos desconectados uno contra el otro.

Lo que será interesante es llevar a cabo experimentos para ver cómo funcionan las diferentes tríadas en las pequeñas redes mundiales en la diseminación de información que luego influye en el comportamiento humano y las preferencias, como votar.

Ilustraciones generadas en Mathematica 11.

lunes, 7 de mayo de 2018

Homofilia cerebral entre los mejores amigos

Usted comparte todo con su mejor amigo. Incluso las ondas cerebrales.



Por Natalie Angier | The New York Times




Un amigo te ayudará a moverte, como dice un viejo dicho, mientras que un buen amigo te ayudará a mover un cuerpo. ¿Y por qué no? Dejando de lado los reparos morales, ese buen amigo probablemente estaría de acuerdo en que la víctima era un imbécil intolerable que tuvo que venir y, por Dios, no deberías haber hecho esto, pero ¿dónde guardas la pala?

Los investigadores saben desde hace mucho tiempo que las personas eligen amigos que se parecen mucho en una amplia gama de características: de una edad, raza, religión, nivel socioeconómico, nivel educativo, inclinación política, nivel de pulcritud e incluso fuerza de agarre similares. El impulso hacia la homofilia, hacia la unión con otros que son lo menos posible, se encuentra entre los grupos tradicionales de cazadores-recolectores y las sociedades capitalistas avanzadas por igual.

Una nueva investigación sugiere que las raíces de la amistad se extienden incluso más allá de lo que se sospechaba anteriormente. Los científicos han descubierto que los cerebros de los amigos cercanos responden de maneras notablemente similares cuando ven una serie de videos cortos: los mismos reflujos y oleadas de atención y distracción, el mismo pico de procesamiento de recompensas aquí, alertas de aburrimiento allí.

Los patrones de respuesta neuronal evocados por los videos -en temas tan diversos como los peligros del fútbol universitario, el comportamiento del agua en el espacio exterior y Liam Neeson probando su comedia de improvisación- demostraron ser tan congruentes entre amigos, en comparación con los patrones que se ven entre las personas que no eran amigos, que los investigadores podían predecir la fortaleza del vínculo social de dos personas basándose solo en sus escáneres cerebrales.

"Me sorprendió la excepcional magnitud de la similitud entre amigos", dijo Carolyn Parkinson, una científica cognitiva de la Universidad de California en Los Ángeles. Los resultados "fueron más persuasivos de lo que hubiera pensado". La Dra. Parkinson y sus colegas, Thalia Wheatley y Adam M. Kleinbaum de Dartmouth College, informaron sus resultados en Nature Communications.

"Creo que es un documento increíblemente ingenioso", dijo Nicholas Christakis, autor de "Conectado: el poder de nuestras redes sociales y cómo moldean nuestro mundo" y un biosociólogo de la Universidad de Yale. "Sugiere que los amigos se parecen entre sí no solo superficialmente, sino en las estructuras mismas de sus cerebros".

Los hallazgos ofrecen evidencia tentadora del vago sentido que tenemos de que la amistad es más que intereses compartidos o de marcar los recuadros correctos en un perfil de Facebook. Se trata de algo que llamamos buena química.

"Nuestros resultados sugieren que los amigos pueden ser similares en la forma en que prestan atención y procesan el mundo que les rodea", dijo el Dr. Parkinson. "Ese procesamiento compartido podría hacer que la gente haga clic con más facilidad y tener el tipo de interacción social perfecta que puede ser tan gratificante".

Kevin N. Ochsner, un neurocientífico cognitivo de la Universidad de Columbia que estudia las redes sociales, dijo que el nuevo informe es "genial", "provocativo" y "plantea más preguntas de las que responde". Podría estar recogiendo rastros de "un inefable compartido". realidad "entre amigos.

El Dr. Ochsner ofreció su propia historia como evidencia de la primacía de la química sobre la mera biografía. "Mi futura esposa y yo éramos neurocientíficas en el campo, estábamos saliendo con sitios web, pero nunca fuimos emparejados", dijo.

"Luego nos encontramos como colegas y en dos minutos supimos que teníamos el tipo de química que engendra una relación".

La Dra. Parkinson, que tiene 31 años, usa anteojos con montura grande y tiene el aspecto saludable de un joven Sally Field, se describió a sí misma como introvertida, pero dijo: "He sido afortunada con mis amigos".

El nuevo estudio es parte de un aumento del interés científico en la naturaleza, la estructura y la evolución de la amistad. Detrás del entusiasmo hay un Kilimanjaro virtual de evidencia demográfica que dice que la falta de amistad puede ser venenosa, y que exige un costo físico y emocional comparable al de factores de riesgo más familiares como obesidad, presión arterial alta, desempleo, falta de ejercicio, fumar cigarrillos.

Los científicos quieren saber qué es exactamente lo que hace que la amistad tan saludable y el aislamiento social sean tan dañinos, y están recopilando pistas provocativas, si no aún definitivas.

El Dr. Christakis y sus colaboradores demostraron recientemente que las personas con fuertes vínculos sociales tenían concentraciones comparativamente bajas de fibrinógeno, una proteína asociada con el tipo de inflamación crónica que se cree que es la fuente de muchas enfermedades. Por qué la sociabilidad puede ayudar a bloquear la inflamación sigue sin estar clara.

Los investigadores también se han sentido intrigados por la evidencia de amistad entre animales no humanos, y no solo en candidatos obvios como primates, delfines y elefantes.

Gerald G. Carter del Smithsonian Tropical Research Institute en Panamá y sus colegas informaron el año pasado que las murciélagos vampiros cultivan relaciones cercanas con hembras no relacionadas y compartirán comidas con sangre con esos amigos en tiempos difíciles, un acto que salva vidas para los animales que no pueden sobrevivir mucho más que un día sin comida.

A través de años de rastrear los comportamientos de una gran bandada de grandes tetas, Josh A. Firth de la Universidad de Oxford y sus colaboradores descubrieron que las aves individuales mostraban preferencias claras por algunos miembros de la banda sobre otros. Cuando el buen amigo de un pájaro murió o desapareció, el herido abandonado comenzó a hacer oberturas con otras aves para reemplazar al camarada perdido.

Sin embargo, cuando se trata de la profundidad y complejidad de los vínculos, los humanos no tienen pares. El Dr. Parkinson y sus compañeros de trabajo habían demostrado anteriormente que las personas son conscientes de cómo todos los jugadores en su esfera social encajan, y los científicos querían saber por qué algunos jugadores en una red determinada son amigos cercanos y otros meramente asintiendo. conocidos.

Inspirados en la investigación de Uri Hasson de Princeton, decidieron explorar las reacciones neuronales de los sujetos ante los estímulos naturalistas cotidianos, que en la actualidad significa mirar videos.

Los investigadores comenzaron con una red social definida: una clase completa de 279 estudiantes de posgrado en una universidad sin nombre ampliamente conocida entre los neurocientíficos por haber sido Dartmouth School of Business.

Los estudiantes, que todos se conocían entre sí y que en muchos casos vivían en dormitorios juntos, se les pidió que llenaran cuestionarios. ¿Con cuál de sus compañeros se socializaron? ¿Compartieron comidas e iban al cine con invitaciones a sus hogares? A partir de esa encuesta, los investigadores diseñaron una red social de diversos grados de conectividad: amigos, amigos de amigos, amigos de tercer grado, amigos de Kevin Bacon.

Luego se les pidió a los estudiantes que participaran en un estudio de escaneo cerebral y 42 estuvieron de acuerdo. Como un dispositivo de resonancia magnética funcional rastreó el flujo de sangre en sus cerebros, los estudiantes vieron una serie de videoclips de diferentes longitudes, una experiencia que el Dr. Parkinson comparó al canal de navegación con alguien más en control del control remoto.

Vieron al astronauta Chris Hadfield demostrar cómo el agua se comporta como un gel pegajoso en baja gravedad. Vieron una escena tranquilamente sentimental de una boda judía entre dos personas que resultaron ser homosexuales.

Vieron al autor Eric Schlosser advertir sobre los peligros de permitir que unos pocos gigantes de comida rápida controlen nuestro suministro de alimentos. Vieron lo que mi buena amiga Judy Gradwohl y yo acordamos, al revisar los videos juntos más tarde, fue uno de los peores videos musicales jamás producidos, sobre un hombre con una deformidad facial obviamente falsa que es intimidado en el trabajo y desairado por su atractiva colega pero quien eventualmente gana su corazón cuando los matones se vuelven contra ella y él, Hombre Elefante falso, interviene y los golpea.

Los estudiantes vieron clips de comedia pratfall y un falso documental australiano tan sutil que ciertos espectadores confesaron que no se dieron cuenta de que era una parodia, pero les gustó de todos modos.

Analizando los escaneos de los estudiantes, el Dr. Parkinson y sus colegas encontraron una fuerte concordancia entre los patrones de flujo sanguíneo -una medida de la actividad neuronal- y el grado de amistad entre los diversos participantes, incluso después de controlar otros factores que podrían explicar las similitudes en las respuestas neuronales , como el origen étnico, la religión o el ingreso familiar.

Los investigadores identificaron regiones particularmente reveladoras de concordancia de patrones entre amigos, especialmente en el núcleo accumbens, en el cerebro anterior inferior, que es clave para el procesamiento de recompensa, y en el lóbulo parietal superior, ubicado hacia la parte superior y posterior del cerebro, aproximadamente la posición de un hombre bollo - donde el cerebro decide cómo asignar atención al entorno externo.

Utilizando los resultados, los investigadores pudieron entrenar un algoritmo computacional para predecir, a un ritmo muy superior al azar, la distancia social entre dos personas en función de la similitud relativa de sus patrones de respuesta neuronal.

El Dr. Parkinson enfatizó que el estudio fue un "primer paso, una prueba de concepto", y que ella y sus colegas todavía no saben lo que significan los patrones de respuesta neuronal: qué actitudes, opiniones, impulsos o pulgar mental hacen girar los escaneos. puede estar detectando.

Ellos planean realizar el experimento al revés: analizar a los estudiantes que aún no se conocen y ver si aquellos con los patrones neurales más congruentes terminan convirtiéndose en buenos amigos.

Alexander Nehamas, profesor de filosofía en la Universidad de Princeton y autor de un libro meditativo, "Sobre la amistad", apreció el diseño del estudio y su uso de videoclips para descubrir la firma de la amistad.

"Las elecciones estéticas que hacemos, las cosas que nos gustan, el gusto que tenemos en el arte, las obras de teatro, la televisión, los muebles, cuando los unes son componentes absolutamente esenciales de nuestro personaje, una indicación de quiénes somos", dijo. Vivimos "inmersos en el arte".

No es un arte elevado, no es un arte de la noche en la ópera, sino arte cotidiano: edificios, vallas publicitarias, ropa, los platos en un restaurante, los ritmos de percusión del metro en las vías del tren.

"Ver videos de TV es mucho más preciso para nuestra vida cotidiana que los tiempos en que vamos a un museo", dijo, y por lo tanto, potencialmente más revelador de lo que somos y lo que esperamos encontrar en un amigo.

Así que si le pones "The Cute Show: Sloths!", Acerca de un autoproclamado "santuario de perezosos" en Costa Rica, y si tu primer pensamiento no fue ooh, qué adorables son esos pequeños perezosos sonrientes, sino más bien, perezosos no son mascotas para abrazar y no bañan las algas de su pelaje, ¿no has oído hablar del mutualismo? - Llámame.

Seremos compañeros del alma biosnob de por vida.

sábado, 5 de mayo de 2018

Normas que restringen (duramente) a los actores de las redes sociales (versión 2.0)

Linchamientos virtuales

Las redes sociales amplifican el poder devastador de la vergüenza y el escarnio públicos. Cualquier desliz puede arruinar su vida digital



Justine Sacco.

Jordi Soler | El País

Alicia Ann Lynch, una joven estadounidense de 22 años, colgó en Twitter una fotografía en donde aparecía disfrazada para una fiesta de Halloween. El disfraz era una simpleza que tendría insondables consecuencias; aparecía en chándal, con la cara y los miembros embadurnados de pintura roja, como si hubiera sangrado profusamente, y un título que muy pronto le granjearía un linchamiento en las redes sociales: “Víctima del maratón de Boston”. El referente de aquel gracejo era la bomba que, en abril de 2013, interrumpió violentamente aquella famosa carrera, causando tres muertos, 282 personas heridas y la huella indeleble de un atentado terrorista en la ciudad. La inconsciencia y el mal gusto de Lynch y la torpeza que entrañaba publicar esa fotografía dispararon el morbo de sus escasos seguidores en Twitter y los retuits de estos consiguieron que en unas horas la joven recibiera miles de insultos y mensajes de una dureza que no admitía ninguna réplica, como este que le envío una víctima del trágico maratón: “Deberías estar avergonzada. Mi madre perdió las dos piernas y yo casi muero”.

El linchamiento virtual pronto ganó consistencia real y la joven tuvo que recluirse en su casa, y unos días más tarde el jefe de la oficina en la que trabajaba, abrumado por la presión de las redes sociales, la despidió. Disfrazarse así no tiene ninguna gracia y publicar la fotografía constituye un gesto deleznable, pero ¿qué hubiera pasado con Alicia Ann Lynch si hubiera hecho la misma broma, con la misma foto, en 1970, antes de la Red? La foto la habrían visto solo sus amigos y su jefe difícilmente la hubiera despedido por esa broma de mal gusto pero de alcance exclusivamente doméstico. El caso es interesante porque evidencia cómo las redes sociales magnifican episodios que, sin esa difusión masiva, hubieran sido mucho menos importantes.

En la fotografía que colgó Alicia Ann Lynch en Twitter, habría que separar el hecho de su difusión masiva

En 1932 fue secuestrado el bebé de Charles Lindbergh, el célebre piloto que cruzó por primera vez en avión, en 1927, el océano Atlántico. Lindbergh era un héroe nacional y el secuestro de su hijo tuvo en vilo, durante dos meses, a la sociedad estadounidense; hasta que un día trágico fue descubierto el cadáver del niño. Unos meses más tarde, cuando el bebé Lindbergh seguía siendo un tema recurrente, el pintor Salvador Dalí, que había inaugurado con mucho éxito una exposición en Nueva York, fue invitado a una fiesta de disfraces a la que acudió la crema y nata de Manhattan. Dalí y Gala, su mujer, asistieron disfrazados, para escándalo de los invitados, del bebé Lindbergh y de su secuestrador. Aquella broma violenta no pasó de alterar a los invitados y a algunos lectores de los periódicos que consignaron la última excentricidad del pintor. En la biografía de Dalí el incidente de la fiesta de disfraces es un episodio menor, una broma de mal gusto que se parece a la ocurrencia de la joven que se disfrazó de víctima del maratón de Boston, salvo porque en la época de Dalí no había ni redes sociales ni televisión para magnificar su imprudencia y su broma quedó en eso, en una boutade; pero si esto hubiera ocurrido en este siglo, Dalí probablemente se hubiera quedado sin galeristas, hubiera sufrido un gravoso boicoteo y habría tenido que maniobrar para que no se hundiera su carrera.


Lynch, disfrazada de víctima del maratón de Boston.

En la fotografía que colgó Alicia Ann Lynch en Twitter, habría que separar el hecho de su difusión masiva, de su multiplicación exponencial en la Red. Pero esto, de momento, es complicado, porque a los internautas les encanta el linchamiento y, sobre esta penosa pulsión tan propia del siglo XXI, nadie ha tenido tiempo de legislar.

Recientemente han aparecido en inglés dos ensayos sobre este inquietante tema, que es otra de esas zonas oscuras que tiene ese invento luminoso que es Internet: So you’ve been publicly shamed (Has sido avergonzado públicamente), de Jon Ronson, e Is shame necessary? New uses for an old tool (¿Es necesaria la vergüenza?, los nuevos usos de una vieja herramienta), de Jennifer Jacquet. Los dos ensayos tratan de la dimensión contemporánea de la vergüenza, del desprestigio y del escarnio, que se salen de proporción cuando se amplifican en las redes sociales; cualquier descuido, desliz o tontería, que hace cuarenta años hubiera producido un rato de incomodidad o un momento de rubor, hoy, esa misma tontería magnificada por Twitter o por Facebook puede generar un linchamiento que le arruine la vida al tonto.

Los casos de linchamiento virtual, de vergüenza pública masiva abundan; todo el tiempo los internautas linchan a políticos, cantantes, futbolistas y banqueros, personajes que están expuestos permanentemente al ojo público y que, por tanto, están habituados a lidiar con el odio y el desprecio de la masa tuitera; pero el asunto cambia cuando el linchamiento va dirigido a una persona normal, que se vuelve súbitamente famosa como la joven que se disfrazó de víctima del maratón de Boston, o como el caso de Justine Sacco, un episodio emblemático que Jon Ronson desmenuza en su libro. Sacco se fue de viaje a Sudáfrica a visitar a unos familiares y, mientras abordaba el avión en Nueva York, dio rienda suelta a su locuacidad tuitera y comenzó a lanzar mensajes, algunos muy ofensivos, para su modesta parroquia de 170 seguidores. En su escala en Londres lanzó un mensaje desgraciado que iba a cambiarle la vida: “Voy a África. Espero no coger el sida. Es broma. Soy blanca”.


El tuit racista de Justine Sacco que provocó la polémica: “Voy a África. Espero no coger el sida. Es broma. Soy blanca”.

Sacco pasó las siguientes once horas volando hacia su destino y, cuando aterrizó en Ciudad del Cabo y conectó su móvil, se encontró con un diluvio de mensajes, de insultos y también de condolencias que le escribían sus conocidos; mientras trataba de asimilar lo que sucedía, recibió una llamada de su mejor amiga que le decía que su mensaje sobre el sida era trending topic mundial, es decir, el mensaje más reproducido en Twitter en las últimas horas. Inmediatamente después llamó su jefe que, presionado por el escándalo que había en las redes sociales, sobre esa mujer ejecutiva que acababa de demostrar su ignorancia y su racismo al mundo, no tenía más remedio que despedirla de la dirección que ocupaba en una importante firma de comunicación de Nueva York. Mientras Sacco volaba hacia Cape Town, una etiqueta, un hashtag, sobrevolaba Twitter: #yaaterrizójustine? Decenas de miles de personas esperaban el momento en que Justine, que tenía solo 170 seguidores cuando despegó de Londres, aterrizara en Sudáfrica y viera el lío en que se había metido. Un espontáneo fue al aeropuerto, fotografió a Sacco, con unas aparatosas gafas, pasmada, mirando la pantalla de su teléfono y la tuiteó con el siguiente mensaje: “Sí, de hecho Justine ha aterrizado en el aeropuerto de Ciudad del Cabo. Ha decidido disfrazarse con unas gafas oscuras”.

La vida de Justine Sacco quedó hecha trizas. Jon Ronson cuenta en su libro, a partir de una serie de conversaciones que tuvo con ella a su regreso a Nueva York, los detalles de su descenso a los infiernos. Sacco publicó un comentario racista e idiota, pero la penalización que se le impuso desde las redes sociales parece excesiva. Quizá, para empezar a establecer un marco civilizado de convivencia en Internet, habría que desterrar la idea de que eso que sucede en el ciberespacio es realidad virtual, y que, a pesar de su naturaleza intangible, debe ser considerada, tratada y legislada de la misma forma en que se hace con la dura, y muy tangible, realidad.

jueves, 3 de mayo de 2018

Innovación y redes en un modelo probabilístico complejo

El modelo matemático revela los patrones de cómo surgen las innovaciones

El trabajo podría conducir a un nuevo enfoque para el estudio de lo que es posible, y cómo se sigue de lo que ya existe.
por Emerging Technology from the arXiv

La innovación es una de las fuerzas impulsoras en nuestro mundo. La creación constante de nuevas ideas y su transformación en tecnologías y productos constituye una piedra angular poderosa para la sociedad del siglo XXI. De hecho, muchas universidades e institutos, junto con regiones como Silicon Valley, cultivan este proceso.

Y sin embargo, el proceso de innovación es algo así como un misterio. Una amplia gama de investigadores lo han estudiado, desde economistas y antropólogos hasta biólogos e ingenieros evolutivos. Su objetivo es comprender cómo ocurre la innovación y los factores que la impulsan para que puedan optimizar las condiciones para la innovación futura.

Sin embargo, este enfoque ha tenido un éxito limitado. La velocidad a la que las innovaciones aparecen y desaparecen se ha medido cuidadosamente. Sigue un conjunto de patrones bien caracterizados que los científicos observan en muchas circunstancias diferentes. Y, sin embargo, nadie ha sido capaz de explicar cómo surge este patrón o por qué rige la innovación.

Hoy, todo eso cambia gracias al trabajo de Vittorio Loreto en la Universidad Sapienza de Roma en Italia y algunos amigos que han creado el primer modelo matemático que reproduce fielmente los patrones que siguen las innovaciones. El trabajo abre el camino a un nuevo enfoque para el estudio de la innovación, de lo que es posible y cómo esto se sigue de lo que ya existe.

La noción de que la innovación surge de la interacción entre lo real y lo posible fue formalizada por primera vez por el teórico de la complejidad Stuart Kauffmann. En 2002, Kauffmann introdujo la idea del "posible adyacente" como una forma de pensar sobre la evolución biológica.

Lo adyacente posible es todas esas cosas (ideas, palabras, canciones, moléculas, genomas, tecnologías, etc.) que están a un paso de lo que realmente existe. Conecta la realización real de un fenómeno particular y el espacio de posibilidades inexploradas.

Adyacente posible


Pero esta idea es difícil de modelar por una razón importante. El espacio de posibilidades inexploradas incluye todo tipo de cosas que son fáciles de imaginar y esperar, pero también incluye cosas que son completamente inesperadas y difíciles de imaginar. Y mientras que el primero es difícil de modelar, este último ha parecido casi imposible.

Además, cada innovación cambia el panorama de las posibilidades futuras. Entonces, en cada instante, el espacio de posibilidades inexploradas -la posible adyacente- está cambiando.

"Aunque el poder creativo de los posibles adyacentes es ampliamente apreciado a un nivel anecdótico, su importancia en la literatura científica es, en nuestra opinión, subestimada", dicen Loreto y compañía.

Sin embargo, incluso con toda esta complejidad, la innovación parece seguir patrones predecibles y fáciles de medir que se han conocido como "leyes" debido a su ubicuidad. Una de ellas es la ley de Heaps, que establece que el número de cosas nuevas aumenta a una velocidad sublineal. En otras palabras, se rige por una ley de poder de la forma V (n) = knβ donde β está entre 0 y 1.

Las palabras a menudo se consideran como un tipo de innovación, y el lenguaje está en constante evolución a medida que aparecen nuevas palabras y las antiguas desaparecen.

Esta evolución sigue la ley de Heaps. Dado un corpus de palabras de tamaño n, el número de palabras distintas V (n) es proporcional a n elevado a la potencia β. En colecciones de palabras reales, β resulta estar entre 0.4 y 0.6.

Otro patrón estadístico bien conocido en innovación es la ley de Zipf, que describe cómo la frecuencia de una innovación se relaciona con su popularidad. Por ejemplo, en un corpus de palabras, la palabra más frecuente ocurre dos veces más que la segunda palabra más frecuente, tres veces más frecuente que la tercera palabra más frecuente, y así sucesivamente. En inglés, la palabra más frecuente es "the", que representa aproximadamente el 7 por ciento de todas las palabras, seguida de "of", que representa aproximadamente el 3,5 por ciento de todas las palabras, seguido de "and", y así sucesivamente.

Esta distribución de frecuencia es la ley de Zipf y surge en una amplia gama de circunstancias, como la forma en que las ediciones aparecen en Wikipedia, cómo escuchamos nuevas canciones en línea, y así sucesivamente.

Estos patrones son leyes empíricas; los conocemos porque podemos medirlos. Pero no está claro por qué los patrones toman esta forma. Y mientras que los matemáticos pueden modelar la innovación simplemente conectando los números observados en ecuaciones, preferirían tener un modelo que produzca estos números a partir de los primeros principios.

Volvemos a Loreto y sus amigos (uno de los cuales es el matemático de la Universidad de Cornell Steve Strogatz). Estos chicos crean un modelo que explica estos patrones por primera vez.

Comienzan con una conocida caja de arena matemática llamada la urna de Polya. Comienza con una urna llena de bolas de diferentes colores. Se retira una bola al azar, se inspecciona y se coloca de nuevo en la urna con varias otras bolas del mismo color, lo que aumenta la probabilidad de que este color se seleccione en el futuro.

Este es un modelo que utilizan los matemáticos para explorar los efectos enriquecedores y la aparición de leyes de potencia. Por lo tanto, es un buen punto de partida para un modelo de innovación. Sin embargo, no produce naturalmente el crecimiento sublineal que predice la ley de Heaps.

Esto se debe a que el modelo Polya urna permite todas las consecuencias esperadas de la innovación (de descubrir un cierto color) pero no tiene en cuenta todas las consecuencias inesperadas de cómo una innovación influye en lo adyacente posible.

Así que Loreto, Strogatz y colegas han modificado el modelo de urna de Polya para dar cuenta de la posibilidad de que descubrir un nuevo color en la urna pueda desencadenar consecuencias completamente inesperadas. Ellos llaman a este modelo "la urna de Polya con desencadenamiento de la innovación".

El ejercicio comienza con una urna llena de bolas de colores. Se retira una bola al azar, se examina y se reemplaza en la urna.

Si este color se ha visto antes, también se colocan en la urna un número de otras bolas del mismo color. Pero si el color es nuevo -nunca se había visto antes en este ejercicio-, se agregan varias bolas de colores completamente nuevos a la urna.

Luego, Loreto y coautores calculan cómo cambia el número de colores nuevos de la urna y su distribución de frecuencia a lo largo del tiempo. El resultado es que el modelo reproduce las leyes de Heaps y Zipf tal como aparecen en el mundo real: una matemática primero. "El modelo de la urna de Polya con desencadenamiento de la innovación presenta por primera vez una forma satisfactoria basada en el primer principio de reproducir observaciones empíricas", dicen Loreto y compañía.

El equipo también ha demostrado que su modelo predice cómo aparecen las innovaciones en el mundo real. El modelo predice con precisión cómo se producen los eventos de edición en las páginas de Wikipedia, la aparición de etiquetas en los sistemas de anotación social, la secuencia de palabras en los textos y cómo los humanos descubren nuevas canciones en los catálogos de música en línea.

Curiosamente, estos sistemas implican dos formas diferentes de descubrimiento. Por un lado, hay cosas que ya existen pero que son nuevas para el individuo que las encuentra, como las canciones en línea; y por el otro, cosas que nunca antes existieron y que son completamente nuevas para el mundo, como las ediciones en Wikipedia.

Loreto y compañía llaman a las primeras novedades (son nuevas para un individuo) y las últimas son innovaciones, son nuevas para el mundo.

Curiosamente, el mismo modelo explica ambos fenómenos. Parece que el patrón detrás de la forma en que descubrimos novedades -nuevas canciones, libros, etc.- es lo mismo que el patrón detrás de la manera en que las innovaciones emergen de lo adyacente posible.

Eso plantea algunas preguntas interesantes, entre ellas, por qué debería ser así. Pero también abre una forma completamente nueva de pensar acerca de la innovación y los eventos desencadenantes que conducen a cosas nuevas. "Estos resultados proporcionan un punto de partida para una comprensión más profunda de las posibles adyacentes y la naturaleza diferente de los eventos desencadenantes que probablemente sean importantes en la investigación de la evolución biológica, lingüística, cultural y tecnológica", dicen Loreto y compañía.

Esperaremos ver cómo el estudio de la innovación evoluciona en lo posible adyacente como resultado de este trabajo.

Ref: arxiv.org/abs/1701.00994: Dynamics on Expanding Spaces: Modeling the Emergence of Novelties

martes, 1 de mayo de 2018

Las redes de nanotubos que comunican a nuestras células

Las células hablan y se ayudan mutuamente a través de Tiny Tube Networks (redes de nanotubos)

Los "nanotubos tunelizadores" de larga data y otros puentes entre células actúan como conductos para compartir ARN, proteínas o incluso orgánulos enteros.

Viviane Callier | Quanta Magazine (extractos del artículos)



Las células de cáncer de mama en cultivo forman pequeñas interconexiones tubulares huecas. En este video, se pueden ver cargas útiles de moléculas útiles (dentro de círculos azules) moviéndose a través de estos nanotubos y microtubos membranosos a una celda que los necesita. Tales conexiones pueden ayudar a las células cancerosas a compartir su resistencia a los medicamentos terapéuticos.



Cuando la médica y científica Emil Lou era oncóloga en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center hace una década, se veía regularmente preocupado por la visión de algo pequeño pero no identificable en sus cultivos de células cancerígenas. Al mirar a través del microscopio, dijo, "siguió buscando estas líneas translúcidas largas y delgadas", de unos 50 nanómetros de ancho y de 150 a 200 micras de largo, que se extienden entre las células del cultivo. Hizo un llamamiento a los biólogos de células de clase mundial en su edificio para explicar estas observaciones, pero nadie estaba seguro de lo que estaban viendo. Finalmente, después de profundizar en la literatura, Lou se dio cuenta de que las líneas coincidían con lo que el grupo de Hans-Hermann Gerdes en la Universidad de Heidelberg había descrito como "autopistas nanotubulares" o "túnel de nanotubos" (TNT) en un artículo publicado en 2004 en Science.

A Lou le preocupaba que las líneas que había notado pudieran ser ilusorias, por lo que revisó el archivo de especímenes tumorales de pacientes en el centro oncológico. Y he aquí, los mismos procesos celulares largos estuvieron presentes en los tumores, así que se propuso investigar su relevancia. Desde entonces, como miembro de la facultad de la Universidad de Minnesota, ha encontrado pruebas de que las células tumorales utilizan estos TNT para compartir mensajes moleculares en forma de pequeños fragmentos reguladores de ARN llamados microARN, permitiendo que las células cancerosas resistentes a los fármacos de quimioterapia confieran la misma resistencia en sus vecinos.

¿Cómo pasaron desapercibidos los nanotubos de túnel durante tanto tiempo? Lou señala que, en las últimas décadas, la investigación sobre el cáncer se ha centrado principalmente en detectar y atacar de forma terapéutica las mutaciones en las células cancerígenas, y no las estructuras entre ellas. "Está justo frente a nosotros, pero si eso no es en lo que la gente se está enfocando, lo van a extrañar", dijo.

Eso está cambiando ahora. En los últimos años, el número de investigadores que trabajan en TNT y descifrar lo que hacen ha aumentado abruptamente. Los equipos de investigación han descubierto que los TNT transfieren todo tipo de carga más allá de los microARN, incluidos los ARN mensajeros, las proteínas, los virus e incluso los orgánulos enteros, como los lisosomas y las mitocondrias.

"Es solo la punta del iceberg", dijo Lou. "Es un momento muy emocionante para ver esto".

Estas estructuras frágiles están apareciendo no solo en el contexto de enfermedades como el cáncer, el SIDA y las enfermedades neurodegenerativas, sino también en el desarrollo embrionario normal. Las células adultas sanas generalmente no producen TNT, pero las células estresadas o con estrés parecen inducirlas al enviar señales para pedir ayuda. Sin embargo, no está claro cómo las células sanas sienten que sus vecinos necesitan ayuda o cómo "saben" fisiológicamente qué carga específica enviar.

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TNTs en Cáncer

Las células cancerosas a menudo se estresan: estas células que se dividen rápidamente sobreviven a la hipoxia, el estrés nutricional, el estrés oxidativo y más. Entonces, no es sorprendente que ellos, al igual que las células estresadas de Haimovich, inducen TNT. De hecho, la investigación de Lou muestra que las células que causan varios tipos de cáncer forman entre cinco y 100 veces más TNT que las células adultas sanas normales.

Frank Winkler, un neurólogo, oncólogo e investigador del cáncer de la Universidad de Heidelberg, descubrió que los cánceres cerebrales llamados gliomas están llenos de microtubos tumorales (primos más grandes de los TNT). Había notado estas estructuras mientras veía células tumorales individuales crecer en los cerebros de ratones vivos, pero no había reconocido su significado. El patólogo con el que colaboró los atribuyó a defectos en la preparación de los especímenes. Hasta que Winkler y el patólogo no vieron estos diminutos tubos en las células vivas, no se dieron cuenta de que las estructuras eran reales.

"Sabiendo qué buscar ... vimos que es una característica sorprendente de estos tumores", dijo Winkler. "Pero necesitas saber qué buscar para dar sentido a lo que estás viendo".

Winkler notó que cuando aplicaba quimioterapia o radiación a los tumores de los pacientes, las células cancerígenas aisladas morían, pero las conectadas entre sí a través de microtubos y TNT tumorales sobrevivían. Las células en red, dijo, "son la columna vertebral resistente de la enfermedad".


Ilustración gráfica que muestra cómo funcionan los nanotubos de túnel.
Revista Lucy Reading-Ikkanda / Quanta

En respuesta al estrés de la quimioterapia o la radioterapia, las células cancerosas forman incluso más microtubos tumorales y redes más fuertes, explicó. Utilizando la teoría de redes, él y su equipo ahora están trabajando para decodificar los patrones de comunicación entre las células cancerosas vinculadas. Su hipótesis de trabajo es que existe una jerarquía de comunicación, y que ciertas células, posiblemente las que tienen propiedades de desarrollo potentes como las de las células madre, actúan como "cerebros" de la red. Pueden instruir a otras células sobre cómo comportarse e impulsar tanto la progresión del crecimiento tumoral como su resistencia a las terapias.

Winkler también descubrió que las células tumorales del glioma forman conexiones con las células sanas vecinas, lo que abre al menos la posibilidad de algún tipo de comunicación bidireccional con los tejidos del cerebro. Michelle Monje, oncóloga pediátrica de la Universidad de Stanford, ha demostrado que la actividad cerebral impulsa la progresión tumoral en los gliomas, y Winkler sospecha que los microtubos tumorales y los TNT podrían desempeñar un papel en eso. "El tumor influye en el cerebro y el cerebro influye en el tumor", dijo Winkler. "Este es un nivel de complejidad que es casi aterrador".

Pero la buena noticia es que estos micro y nanotubos también representan un objetivo terapéutico completamente nuevo, dijo Winkler. "Espero que encontremos algo mejor, donde desarrollemos nuevas estrategias terapéuticas. Esta es una de mis grandes esperanzas, además de comprender toda esta biología loca ".

Un enfoque es tratar de desarrollar medicamentos que inhiban la formación de micro y nanotubos para hacer que los cánceres sean más susceptibles a la quimioterapia y la radioterapia. Con ese fin, Winkler actualmente está trabajando para caracterizar la diversidad en tamaño y función de estos pequeños tubos. Otra estrategia es explotar la red tubular para diseminar drogas: en 2015, la FDA aprobó el primer virus oncolítico, una forma de terapia genética, para pacientes con melanoma. Lou descubrió que este virus terapéutico puede pasar de una célula a otra a través de TNT.

Al observar un campo rebosante de oportunidades, el gigante farmacéutico GlaxoSmithKline convocó a una reunión de expertos de TNT en septiembre de 2016 para explorar las funciones de los TNT y cómo podrían ser alterados o aprovechados para aplicaciones terapéuticas.
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