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miércoles, 2 de enero de 2019

Los efectos positivos y negativos de la presión de grupo

La razón extraordinaria por que las personas excepcionales evitan a los amigos mediocres (recompensan a tu cerebro)

Tu multitud literalmente te hace ver el mundo de manera diferente.


Por Mithu Storoni, autor de 'Stress-Proof'
@StoroniMithu
INC 




CREDITO: Getty Images

Les dicen a los empresarios que son solitarios, y que los visionarios lo hacen solos. Para tener éxito, has escuchado que debes dejar a los detractores y rodearte de otros que piensan como tú. ¿Hay realmente alguna verdad a esto? ¿Cuál es la ciencia detrás de por qué la multitud correcta puede impulsarnos hacia adelante, mientras que la multitud equivocada nos frena?

Una línea recta puede encogerse o crecer.

Cuando Solomon Asch, un psicólogo de Swarthmore College en la década de 1950, le pidió a un grupo de voluntarios que estimaran la longitud de una línea negra vertical en una tarjeta blanca llana, hizo una observación intrigante. Encontró que la estimación de cada persona variaba dependiendo de lo que todos los demás pensaban. Una persona rodeada de personas que sobreestimaron su longitud también la sobreestimó. Lo mismo era cierto para la subestimación. La gente literalmente veía la línea de manera diferente dependiendo de quién estaba a su alrededor.

¿Cómo puede una línea negra verse diferente dependiendo de las opiniones de otros? Asch estaba simplemente confirmando lo que Gustave Le Bon había escrito hace más de medio siglo, en su tratado seminal The Crowd: A Study of the Popular Mind, un estudio que se dice fue leído por Lenin, Mussolini y Hitler. Le Bon escribió que en una multitud "los sentimientos e ideas de todas las personas toman una misma dirección y su personalidad consciente desaparece".

¿Qué está pasando en tu cerebro?

Cuando tienes una opinión, una idea o un deseo que coincide con los de las personas que te rodean, el camino de la recompensa de tu cerebro se hace cosquillas y te sientes bien.

Si, por otro lado, su opinión, idea o deseo es diferente de los de las personas que lo rodean, una parte de su cerebro que se dispara cuando siente dolor (la ínsula anterior) se activa. Cuando esto sucede, haces una de dos cosas:
  1. Opción A: pretendes estar de acuerdo con los demás, pero continúas guardando tus propios pensamientos en secreto.
  2. Opción B: tu cerebro cambia activamente tu forma de pensar y moldea tus pensamientos más íntimos para alinearlos con los de tu público.

Un artículo reciente sugiere que puede estar usando la opción B más a menudo de lo que cree.

Una red dentro de su cerebro (que involucra la corteza frontal medial y la ínsula anterior) controla los "errores" en la forma en que se conforma con las personas que lo rodean. Se vuelve activo tan pronto como usted y su grupo no están de acuerdo en algo y anuncian los esfuerzos de su cerebro para tratar de reducir esta brecha de desacuerdo.

Un estudio ha demostrado cómo esta red se activa antes de que las personas cambien sus creencias más íntimas para que coincidan con las creencias que aparentemente sostienen.

Lo que esto significa para ti

Incluso si tienes una brillante y racha innovadora dentro de ti, corres el riesgo de abandonar tus ideas empresariales, cambiar tus creencias y rendirte al pesimismo de los detractores si estás rodeado de ellos.

En cambio, si se rodea de empresarios optimistas y enérgicos que aspiran a tener éxito, es probable que cambie sus pensamientos más íntimos para pensar como ellos y se vuelva más emprendedor, incluso si nunca antes ha tenido ideas empresariales.

Si tu multitud puede cambiar tus pensamientos más íntimos, puede cambiar quién eres. Cuando escoges a las personas con las que quieres estar, eliges a la persona que quieres que sea, elige sabiamente.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Congregarse es una conducta racional

Un estudio encuentra que las personas se congregan o se comportan de manera similar a los demás, a pesar de sus habilidades de razonamiento

por Karen Nikos-Rose, UC Davis




Los pánicos de la multitud, las burbujas del mercado y otros comportamientos colectivos impredecibles no sucederían si las personas fueran inteligentes acerca de estas cosas y solo pensaran en su comportamiento antes de actuar. ¿Derecha? Esa es la perspectiva de la economía, e incluso de la psicología y la sociología.

Pero un investigador de UC Davis observó cómo las personas se comportan en simples juegos de razonamiento y descubrió que las personas generalmente son conducidas a "bandadas" o se comportan de manera similar a otras personas en una situación determinada. Seth Frey, profesor asistente de comunicación en UC Davis, dijo que esto sucede "incluso cuando las personas usan los procesos de razonamiento sofisticado que se supone que hacen a los humanos tan especiales".

Frey es el autor principal de un artículo, "Cognitive mechanisms for human flocking dynamics." ("Mecanismos cognitivos para la dinámica de la congregación humana"). El documento apareció en el Journal of Computational Social Science este mes.

"La idea básica es que tenemos esta idea previa sobre las modas y los pánicos y las manadas, que están impulsadas por nuestros espíritus animales más bajos, y que agregar consideración, educación o inteligencia haría que esas cosas desaparezcan", dijo Frey.

"Este documento muestra que las personas que están siendo reflexivas (específicamente las personas que están haciendo un vertiginoso razonamiento 'lo que piensas que piensas que piensas que pienso') aún quedan atrapados en pequeñas bandadas, de forma que el juego que terminan jugando es conducido menos por lo que parece racional y más por lo que piensan que los demás piensan que van a hacer ".

Cada juego utilizado en el estudio se basa en una forma muy diferente de pensar y debería haber evocado diferentes variedades de razonamiento por los jugadores, dijo Frey. Pero no lo hicieron. El mismo comportamiento de congregación sofisticado sofocado en los tres juegos.

El comportamiento de manada puede ser bueno o malo

Los investigadores observaron el comportamiento de cientos de jugadores, que provenían de grupos de estudiantes y en línea, que se repitieron durante muchas rondas de juegos a lo largo del tiempo. Analizaron el comportamiento sobre los pagos altos y bajos, sobre poblaciones múltiples y con jugadores muy experimentados, con el conocido juego "Concurso de belleza" y dos que idearon para la investigación, "Juego de la caña" y "Juego de la pista", dijo Frey.

Reglas y métodos de ganar cada juego varían.

En el Concurso de belleza, los jugadores reciben una recompensa por adivinar el número 0-100 cuyo número es más cercano a dos tercios del valor del promedio de todos los números enviados por todos los jugadores. En el juego Mod, los jugadores eligen un número entero entre 1 y 24. Los jugadores ganan puntos al elegir un número precisamente uno encima del otro, excepto que 1 supera a 24, como en Paper-Rock-Scissors, ya que cada número puede ser golpeado por otro. Y en el juego Runway, los jugadores practican la misma habilidad superior del Mod Game, pero pueden elegir literalmente cualquier número, -1, un millón, pi, cualquier cosa. Estas sutiles diferencias conducen a grandes diferencias en la teoría, pero no parecen importarles a los jugadores, que quedan atrapados en la multitud de sus compañeros de grupo sin importar nada.

Frey explicó que congregarse, en la vida, puede ser bueno o malo. Puede ser bueno para cardúmenes de peces, aves de corral o ciclistas de equipo en una carrera, donde en cada caso los miembros del grupo obtienen una mayor capacidad para obtener alimentos, estar seguros o ganar. Pero el flocado puede ser indeseable en una caída de la bolsa de valores o un disturbio, por ejemplo, donde la seguridad, la supervivencia o "ganar" pueden verse en peligro.

"... Estos juegos muestran que los procesos sofisticados de razonamiento humano pueden ser tan probables como para impulsar las complejas, a menudo patológicas, dinámicas sociales que generalmente atribuimos al razonamiento reactivo, emocional y no deliberativo", concluyen los investigadores.

"En otras palabras, es probable que la inteligencia humana aumente a medida que disminuya la complejidad y la imprevisibilidad de los resultados sociales y económicos".


Phys.org

domingo, 17 de enero de 2016

Adolescencia y grupos de adicción

Círculos de humo: Análisis de redes sociales de grupos de amistad, tabaquismo y consumo de drogas

Michael Pearson, Lynn Michell (2000) Smoke Rings: social network analysis
of friendship groups, smoking and drug-taking, Drugs: Education, Prevention and Policy, 7:1,
21-37, DOI: 10.1080/dep.7.1.21.37



RESUMEN: 

El análisis de redes sociales es aplicado a los dos primeros puntos de tiempo de un estudio longitudinal que examina cómo el tabaquismo y el consumo de drogas en la adolescencia se asocia con la posición social dentro de las estructuras del grupo de pares. Ciento cincuenta estudiantes del segundo grado de secundaria en una escuela nombrados hasta seis mejores amigos. Esto permitió la categorización de cada adolescente como un miembro del grupo, un periférico grupo o un aislamiento relativo. Se encontró que las conductas de riesgo se produjo en todas las posiciones sociales. En ambos momentos del estudio del comportamiento de los alumnos en la periferia de los grupos de pares refleja tanto el género y el comportamiento de los propios grupos. En el segundo punto del estudio de tiempos había muchos más alumnos en la periferia y de los grupos de toma de riesgos que en la periferia de los grupos no-riesgo de tomar. La relación parece comprobar que la toma de riesgos y la no asunción de riesgos, la conducta se aprende predominantemente en el contexto de grupos de pares, y que los grupos de pares que toman riesgos actuar como un foco mayor de influencia y selección de alumnos periféricos en una etapa clave en su desarrollo que hacer grupos de pares no tomar riesgo. Nuestros hallazgos son relevantes en el debate sobre la presión de grupo en relación con el tabaquismo y el consumo de drogas.



Introducción

En la literatura de la psicología social, el grupo de pares se identificado una y otra vez como una importante fuente de atracción e influencia, sobre todo durante la adolescencia.
Toda una serie de factores, tales como la dinámica de grupo de poder, jerarquía e influencia, así como otros aspectos del comportamiento de los adolescentes bajo la autoridad entran en juego. Estudios realizados en los EE.UU. sugieren que los adolescentes se diferencian constantemente, reconocer y etiquetar el grupo de pares más amplio en términos de estatus, prestigio y popularidad, y son muy conscientes de una estructura social jerárquica y estratificada entre sus pares (Brown & Lohr, 1987; Larkin, 1979; Rosenberg, 1965).
El tabaquismo se ha asociado con signos de afectación de pares tales como la frecuencia de las citas y estar en contacto con amigos (Eiser et al., 1991; Thorwaldsson y Vilhjalmsson, 1991). Se ha argumentado que los programas de promoción de la salud dirigidas a la prevención del tabaquismo adolescente deben hacer hincapié en la centralidad del grupo de pares adolescentes (van Roosmalen y McDaniel, 1989). Más recientemente, la teoría de la socialización primaria (Oetting y Donnermeyer, 1998) ha sostenido que toma la no-riesgo y las conductas de riesgo son, para los adolescentes como los de nuestro estudio, aprendieron sobre todo en el contexto de la interacción con las fuentes de socialización primaria que, los autores afirman, son grupos de pares, la familia y la escuela. El estudio de las conductas de riesgo es particularmente relevante para el comportamiento de los grupos de pares, ya que a menudo tienden a ser débiles a las otras dos fuentes, la familia y la escuela. Se afirma que la principal fuente de las conductas de riesgo es racimos de pares.


Richards define un grupo como un conjunto de al menos tres personas que:

  • tener más de 50% de su vinculación con los otros;
  • están conectados por algún camino situada totalmente dentro del grupo para cada uno de los otros miembros del grupo;
  • siendo así conectado cuando se retira hasta un 10% del grupo.

Las categorías de conducta como definidos por NEGOPY se ilustran en la Figura 1:
Aislado 1 (I1): Enlaces No correspondido.
Aislado 2 (I2): Un enlace correspondido pero no una díada.
Nodo de árbol (TN): A ttaches uno o más Aislar 2s tipo, puede o no puede estar unido a un grupo.
Enlace 1 (L1): Tiene más de 50% de la vinculación con los miembros de los grupos en general, pero no con los miembros de un solo grupo.
Enlace 2 (L2): Tiene menos de 50% de la vinculación con los miembros de los grupos y la mayor vinculación con otros enlaces.
Díada: par amistad aislado.
Miembro del grupo:  tiene más de 50% de la vinculación con otros miembros del mismo grupo. Debe tener al menos dos enlaces con otros miembros.





Análisis Sociométrico

De los sociogramas, fueron elegidos los patrones adecuados de interacción social para que se dividieron los sujetos en conjuntos mutuamente excluyentes y exhaustivas de los individuos y que eran relevantes y significativas para nuestro estudio.
Decidimos, por ejemplo, para describir algunos aislados que tenían un vínculo como `en la periferia de un grupo '(o' periféricos '), mientras que otros pueden ver como aislamientos relativos, que fueron aislados de todos los grupos. Tales aislamientos relativos incluidos aquellos que tienen vínculos con otro alumno (s) en díadas o estructuras de árboles aislados, así como verdaderos aislamientos que no tenían vínculos en absoluto. Esto fue porque queríamos probar si la cercanía a un tipo de grupo en particular, tal como un grupo de fumar o el consumo de drogas, se asoció con la prevalencia del hábito de fumar o el consumo de drogas comportamiento entre otros temas relacionados.
Los patrones regularizados elegidos fueron:

(i) miembros del grupo.
(ii) periféricos a los grupos.
(iii) aislados relativos.

Los tres de estas posiciones sociales pueden ser identificados a partir de los sociogramas extraídas después de análisis de redes sociales se realizó utilizando NEGOPY.
(i) Los miembros del grupo  son los definidos por el programa NEGOPY.
(ii) Un periférico a un grupo, aunque no es un miembro de ese grupo, tendrá un Linkag más cerca e para ese grupo que a cualquier otro grupo, donde la cercanía de la vinculación se define mediante la suma de los puntos fuertes de los vínculos en el camino (s) desde el periférico al grupo. Periféricos son o aislar 2s tipo, los nodos del árbol o enlaces como se define en NEGOPY.
(iii) los aislados relativas incluyen diadas y nodos de árboles aislados (es decir. no unido a un grupo) definidos en NEGOPY y aislar 2s tipo conectados a los nodos del árbol, así como 1s aislado de tipo (a veces llamados aislamientos verdaderos).


Género y comportamiento pro-fumar y pro-toma de drogas 


Las Tablas 2a y 2c dar el desglose de la conducta de fumar por género de los alumnos S2 y S3. Las pruebas de proporción muestran que, entre los grupos, significativamente más chicas fuman que los varones en ambos momentos ... p <0: 01 †. Pruebas al cuadrado-Chi
espectáculo tha t ha habido un cambio significativo en la asociación entre el consumo de drogas y el sexo en los grupos entre los momentos 1 y 2 ... p <0: 06 †.
Proporcionalmente más chicos se drogan en los grupos que en las niñas en el punto 2 del tiempo en comparación con la relación en el tiempo poin t 1. El examen de la primera sociograma (Figura 2) revela la estructura del grupo de género y tabaquismo en el punto 1 vez.



Mientras que el tabaquismo no ha aumentado significativamente desde el año 1 al año 2, tomando drogas entre los niños que son miembros del grupo ha (p <0:07, À 2 de ensayo; véase la Figura 3, donde los grupos 9, 10, 14 una d 16 son todos los niños, mientras que los grupos 1, 4, 5, 8 y 13 son todas niñas), a pesar de que tuvieron un comienzo lento en comparación con las chicas. La otra área en la que el tabaquismo y el consumo de drogas se ha incrementado de manera significativa es entre los aislados relativos (p <0:01, prueba de proporción). A n interesante desarrollo del estudio longitudinal es la capacidad de identificar el estado anterior al punto en el tiempo 1 de aislar relativa de riesgo que asumen al punto de tiempo 2. Esto se ilustra en la Tabla 3. Hay pruebas que indica que este comportamiento podría aprenderse (o tiene asociación previa con) un contexto de grupo de pares. Una prueba de chi-cuadrado se aplica a la situación en el punto 1 del tiempo y el comportamiento de riesgo en el punto 2 de tiempo indica que más arriesgados aislar provienen de grupo o situación periférica en el punto anterior vez que del estado de aislamiento relativo ... p <0 : 1 †. También hay una mayor proporción de tomadores de riesgo en entrar en estado de aislados que toman de riesgos que los no asumen riesgos en curso en esa condición (prueba de la proporción, p <0: 06). Aún así, más de la mitad de los alumnos que terminan como la toma de riesgos aislamientos comenzó como grupo de no asumir riesgos y miembros periféricos (11/20). Hay espacio para una mayor investigación aquí.




Discusión

Este trabajo se propuso elaborar un análisis sociométrico apropiado para el estudio de fumar y el consumo de drogas comportamiento entre alumnos de secundaria S2 (edades 12 ± 13) y S3 (edades 13 ± 14). Nuestro análisis, efectivamente revelan patrones regularizados de la interacción social. Estos fueron los miembros del grupo, periféricos de grupo y aislamientos relativos, y proporcionan un marco rigurosamente definida y relevante para los sujetos de nuestro estudio. Su relevancia se destaca por dichas cuentas del comportamiento social entre los adolescentes como, por ejemplo, la teoría de la socialización primaria (Oetting y Donnermeyer, 1998), que reconoce la parte central que desempeñan los grupos de pares para los problemas de socialización de la selección e influencia. Por esta y otras razones que hicimos grupos de pares centrales de nuestro estudio y consideramos que los periféricos del grupo eran los objetivos importantes para la toma de riesgos selección y la influencia de los alrededores y no tomar riesgos-comportamiento. Hemos demostrado que las conductas de riesgo no varió por la posición social en el punto 1 tiempo, pero que en el punto de tiempo de 2 más aislados relativos comprometidos en conductas de riesgo que las otras categorías sociales. Comportamiento arriesgado fue fuertemente polarizada dentro de las categorías sociales de modo que, por ejemplo, grupos de individuos (y sus periféricos) fueron ya sea en la toma de riesgos generales o no la toma de riesgos. La polarización también era verdad de su sexo, de manera que en general los grupos (y sus periféricos) eran o bien todos los niños o todas las niñas.

Nuestro estudio longitudinal nos ha permitido entender el comportamiento de riesgo de los alumnos en un contexto histórico. Hay indicios de que tal comportamiento, incluso
para aislados, es tanto una característica de su asociación anterior grupo como lo es ahora de su aislamiento. La mayor parte de las transiciones de un comportamiento opuesto, pero el estatus social similares se producen a nivel de grupo de pares. Hay una desviación significativa de la condición de grupo sin la asunción de riesgos, en el estado del grupo la toma de riesgos, lo que corrobora aún más la opinión de que las conductas de riesgo se asocia con el estado del grupo de pares. En general, es evidente que la deriva de la condición de estado de la toma de riesgos teniendo no riesgo es mucho mayor que la deriva de la condición de la asunción de riesgos a la no asunción de riesgos de estado.

También mostró que los grupos de pares que toman riesgos tenían un mayor apego periferia que los grupos de pares de tomar no por riesgo en el punto 2. E n este punto temporal tiempo allí fue creciente interés acerca de las drogas como el cannabis y el éxtasis, como lo demuestran los miembros del grupo y algunos de sus periféricos que toman este tipo de medicamentos. Esto parece apoyar la afirmación de que una fuente importante de las conductas de riesgo es racimos grupo de pares (Oetting y Donnermeyer, 1998). Es de señalar que, aunque un número significativo hizo humo, muchos de los alumnos que se encontraban en la periferia de dichos grupos no fumaban en realidad, pero que sus queridos y más probablemente fumaban eran los que estaban más periférico (en términos sociométricos `la mayoría de los medios periféricos 'aislados tipo 2s que tiene un solo enlace de amistad como se define por Richards) (ver los periféricos a Grupo 8 de la Figura 3). Pruebas de Chi-cuadrado muestran los valores de p de menos de 0,1 en ambos puntos temporales 1 un d 2. Casi parece como si sintieran que tenían que participar en este tipo de comportamiento para establecer la identidad thei r por estar asociado con un grupo de alguna manera . Hay quizá una lección de que conductas de riesgo periférica es más común en la extrema periferia de los grupos de pares que asumen riesgos. El resultado es notable, aunque no significativa, por el consumo de drogas comportamiento. Esto tendría sentido si tenemos en cuenta que los fumadores periféricos son más capaces de llamar la atención de otros alumnos dentro de un grupo al que están buscando entrada. El consumo de drogas comportamiento no es quizás tan notable.
En general, los niños sorprendentemente fumaban menos que las niñas en comparación con una relativa igualdad en comportamiento de consumo de drogas. La razón dada para esto en los grupos focales y entrevistas fue que los chicos se sentían ambivalentes acerca de fumar, ya que una posible pérdida de destreza deportiva en conflicto con el deseo de ser visto como 'cool' y miembro de un grupo superior. El mensaje parece haber llegado a través de que el tabaquismo afecta el rendimiento deportivo. El mismo no se aplicaban a consumo de drogas, donde había una relativa igualdad en el comportamiento de los niños y niñas, con la excepción notable del interés creciente entre los niños basadas en grupo de pares en el punto de tiempo 2. La implicación es que los chicos no lo hicieron percibir el uso de otras drogas recreativas como ser perjudicial para su rendimiento físico en actividades deportivas. Como corolario, tal vez el valor de las actividades deportivas para las niñas debe ser más altamente promovido.

Un hallazgo importante del estudio fue que los alumnos que fumaban tendían a ser los mismos alumnos que adoptaron las conductas de riesgo. De hecho, hubo una mayor tendencia hacia el consumo de drogas que hacia el fumador de cigarrillos (Tablas 2a ± 2d). Esto tiene implicaciones para la educación para la salud, lo que sugiere que una plataforma de salud solo tema compartimenta artificialmente conductas como fumar o el consumo de cannabis.
El hecho de que los propios (así como los de la periferia) grupos fueron altamente polarizadas por tanto el comportamiento de género y la toma de riesgos plantea un reto para la educación de la salud en cuanto a la forma de concebir y promover mensajes de salud apropiados. Obtención de los grupos para abordar las cuestiones como temas educativos o sociales de relevancia para la comunidad en general de la escuela y famil y es la ruta sugerida por la teoría de la socialización primaria. Esto tiene sentido si tenemos en cuenta que, de acuerdo con esta teoría, las debilidades que dieron lugar a esa participación excesiva en las conductas de riesgo fueron los vínculos débiles con las otras dos fuentes principales, a saber, la familia y la escuela.
Nuestra investigación, sin embargo, indica que hay muchas influencias diversas y poderosas rodean a los niños que no se extienden sólo a la familia y la escuela, sino también a los medios de comunicación, modelos de conducta y los mensajes de los adultos. De esta manera los alumnos de la misma edad, pero que están en diferentes peldaños de la escala social pueden fumar por razones muy diferentes. Hay un fuerte argumento a favor de diferencial dirigido al diseñar los programas de fumar y de prevención de drogas. Los programas actuales basados en supuestos sobre la insuficiencia de habilidades social que pueden ser apropiados para los alumnos de bajo estado no son apropiados para de los grupos "top" (Michell y Amos, 1997). El mismo razonamiento applie s para periféricos. Los alumnos de la periferia de los grupos pueden estar influidos por esos grupos. La identidad social del grupo podría proporcionar información adicional cuando la elaboración de un programa de este tipo. Orientación personas clave que pueden convertirse en un foco de atracción para otros alumnos también es importante.

Por último, ni siquiera los alumnos en grupos de no tomar riesgos estaban a salvo. Hubo una desviación significativa de estos grupos en grupos de toma de riesgos desde el punto 1 vez en el punto 2. tiempo parece que las preguntas deben ser preguntado sobre qué es lo que los tomadores de riesgo no encuentran atractivo sobre estos grupos de toma de riesgos antes la elaboración de programas de prevención adecuadas. Nuestra investigación indica que estas cuestiones dependen de la naturaleza de los grupos de amistad sí mismos, y por lo tanto, formas más sutiles de focalización necesidad diferencial también para idear aquí.

La investigación presentada aquí tiene un número de limitaciones. En primer lugar, nuestro estudio se realizó en una 'escuela media' secundaria en Strathclyde. El modelo que hemos desarrollado ahora necesita ser probado más ampliamente en diversas escuelas. En segundo lugar, la significación de los resultados se ve afectada por el tamaño de la muestra. Aunque el tamaño total de la muestra es razonable (15 0 para el punto de tiempo 1, 149 en el punto de tiempo 2), la información sobre la estructura del grupo se determina por el número de grupos (17 y 16), algunos de los cuales eran pequeñas. En tercer lugar, hemos hecho hincapié en la comparación con el trabajo de Ennett y Bauman (1993), y, aunque creemos que es relevante y significativo, lo hacemos reconocer el hecho tha t hay edad una d las diferencias culturales en los dos grupos de adolescentes estudiados . Los datos recogidos en el punto d e la próxima vez que nos permitirán completar el análisis longitudinal completo que agregará considerablemente a la imagen que ha surgido en los dos primeros puntos de tiempo y resolverá algunas de las preguntas sin respuesta planteadas allí.

jueves, 26 de febrero de 2015

El experimento de Asch, la presión de grupos y los enriedos

La envidia y el síndrome de Solomon
Formamos parte de una sociedad que tiende a condenar el talento y el éxito ajenos
La envidia paraliza el progreso por el miedo que genera no encajar con la opinión de la mayoría
Uno de los mayores temores del ser humano es diferenciarse del resto y no ser aceptado

BORJA VILASECA - El País


ILUSTRACIÓN DE JOSÉ LUIS ÁGREDA

En 1951, el reconocido psicólogo estadounidense Solomon Asch fue a un instituto para realizar una prueba de visión. Al menos eso es lo que les dijo a los 123 jóvenes voluntarios que participaron –sin saberlo– en un experimento sobre la conducta humana en un entorno social. El experimento era muy simple. En una clase de un colegio se juntó a un grupo de siete alumnos, los cuales estaban compinchados con Asch. Mientras, un octavo estudiante entraba en la sala creyendo que el resto de chavales participaban en la misma prueba de visión que él.

Haciéndose pasar por oculista, Asch les mostraba tres líneas verticales de diferentes longitudes, dibujadas junto a una cuarta línea. De izquierda a derecha, la primera y la cuarta medían exactamente lo mismo. Entonces Asch les pedía que dijesen en voz alta cuál de entre las tres líneas verticales era igual a la otra dibujada justo al lado. Y lo organizaba de tal manera que el alumno que hacía de cobaya del experimento siempre respondiera en último lugar, habiendo escuchado la opinión del resto de compañeros.

La conformidad es el proceso por medio del cual los miembros de un grupo social cambian sus pensamientos, decisiones y comportamientos para encajar con la opinión de la mayoría”
(Solomon Asch)
La respuesta era tan obvia y sencilla que apenas había lugar para el error. Sin embargo, los siete estudiantes compinchados con Asch respondían uno a uno la misma respuesta incorrecta. Para disimular un poco, se ponían de acuerdo para que uno o dos dieran otra contestación, también errónea. Este ejercicio se repitió 18 veces por cada uno de los 123 voluntarios que participaron en el experimento. A todos ellos se les hizo comparar las mismas cuatro líneas verticales, puestas en distinto orden.

Cabe señalar que solo un 25% de los participantes mantuvo su criterio todas las veces que les pre­­guntaron; el resto se dejó influir y arrastrar al menos en una ocasión por la visión de los demás. Tanto es así, que los alumnos cobayas respondieron incorrectamente más de un tercio de las veces para no ir en contra de la mayoría. Una vez finalizado el experimento, los 123 alumnos voluntarios reconocieron que “distinguían perfectamente qué línea era la correcta, pero que no lo habían dicho en voz alta por miedo a equivocarse, al ridículo o a ser el elemento discordante del grupo”.

A día de hoy, este estudio sigue fascinando a las nuevas generaciones de investigadores de la conducta humana. La conclusión es unánime: estamos mucho más condicionados de lo que creemos. Para muchos, la presión de la sociedad sigue siendo un obstáculo insalvable. El propio Asch se sorprendió al ver lo mucho que se equivocaba al afirmar que los seres humanos somos libres para decidir nuestro propio camino en la vida.

La luz de Nelson Mandela
ILUSTRACIÓN DE JOSÉ LUIS ÁGREDADespués de 27 años en la cárcel y ser elegido en 1994 presidente electo de Sudáfrica, Nelson Mandela compartió con el mundo entero uno de sus poemas favoritos, escrito por Marianne Williamson: “Nuestro temor más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro temor más profundo es que somos excesivamente poderosos. Es nuestra luz, y no nuestra oscuridad, la que nos atemoriza. Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres para no serlo? Infravalorándote no ayudas al mundo. No hay nada de instructivo en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras cerca de ti. Esta grandeza de espíritu no se encuentra solo en algunos de nosotros; está en todos. Y al permitir que brille nuestra propia luz, de forma tácita estamos dando a los demás permiso para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, automáticamente nuestra presencia libera a otros”.


Más allá de este famoso experimento, en la jerga del desarrollo personal se dice que padecemos el síndrome de Solomon cuando tomamos decisiones o adoptamos comportamientos para evitar sobresalir, destacar o brillar en un grupo social determinado. Y también cuando nos boicoteamos para no salir del camino trillado por el que transita la mayoría. De forma inconsciente, muchos tememos llamar la atención en exceso –e incluso triunfar– por miedo a que nuestras virtudes y nuestros logros ofendan a los demás. Esta es la razón por la que en general sentimos un pánico atroz a hablar en público. No en vano, por unos instantes nos convertimos en el centro de atención. Y al exponernos abiertamente, quedamos a merced de lo que la gente pueda pensar de nosotros, dejándonos en una posición de vulnerabilidad.

El síndrome de Solomon pone de manifiesto el lado oscuro de nuestra condición humana. Por una parte, revela nuestra falta de autoestima y de confianza en nosotros mismos, creyendo que nuestro valor como personas depende de lo mucho o lo poco que la gente nos valore. Y por otra, constata una verdad incómoda: que seguimos formando parte de una sociedad en la que se tiende a condenar el talento y el éxito ajenos. Aunque nadie hable de ello, en un plano más profundo está mal visto que nos vayan bien las cosas. Y más ahora, en plena crisis económica, con la precaria situación que padecen millones de ciudadanos.

Detrás de este tipo de conductas se esconde un virus tan escurridizo como letal, que no solo nos enferma, sino que paraliza el progreso de la sociedad: la envidia. La Real Academia Española define esta emoción como “deseo de algo que no se posee”, lo que provoca “tristeza o desdicha al observar el bien ajeno”. La envidia surge cuando nos comparamos con otra persona y concluimos que tiene algo que nosotros anhelamos. Es decir, que nos lleva a poner el foco en nuestras carencias, las cuales se acentúan en la medida en que pensamos en ellas. Así es como se crea el complejo de inferioridad; de pronto sentimos que somos menos porque otros tienen más.

“Ladran, luego cabalgamos”
(dicho popular)
Bajo el embrujo de la envidia somos incapaces de alegrarnos de las alegrías ajenas. De forma casi inevitable, estas actúan como un espejo donde solemos ver reflejadas nuestras propias frustraciones. Sin embargo, reconocer nuestro complejo de inferioridad es tan doloroso, que necesitamos canalizar nuestra insatisfacción juzgando a la persona que ha conseguido eso que envidiamos. Solo hace falta un poco de imaginación para encontrar motivos para criticar a alguien.

El primer paso para superar el complejo de Solomon consiste en comprender la futilidad de perturbarnos por lo que opine la gente de nosotros. Si lo pensamos detenidamente, tememos destacar por miedo a lo que ciertas personas –movidas por la desazón que les genera su complejo de inferioridad– puedan decir de nosotros para compensar sus carencias y sentirse mejor consigo mismas.

¿Y qué hay de la envidia? ¿Cómo se trasciende? Muy simple: dejando de demonizar el éxito ajeno para comenzar a admirar y aprender de las cualidades y las fortalezas que han permitido a otros alcanzar sus sueños. Si bien lo que codiciamos nos destruye, lo que admiramos nos construye. Esencialmente porque aquello que admiramos en los demás empezamos a cultivarlo en nuestro interior. Por ello, la envidia es un maestro que nos revela los dones y talentos innatos que todavía tenemos por desarrollar. En vez de luchar contra lo externo, utilicémosla para construirnos por dentro. Y en el momento en que superemos colectivamente el complejo de Solomon, posibilitaremos que cada uno aporte –de forma individual– lo mejor de sí mismo a la sociedad.

martes, 13 de enero de 2015

El experimento de Asch en un ascensor

Elevator Groupthink: Un experimento de psicología de la conoformidad, 1962

por 
Lo que una Candid Camera de vieja cosecha nos puede enseñar acerca del rol cultural del movimiento Occupy global.

La psicología de la conformidad es algo que hemos explorado previamente, pero este estudio nos retrotrae a los 1950s, cuando el académico de la Gestalt y pionero de la psicología social Solomon Asch, realizó lo que es conocido hoy como experimentos de conformidad de Asch. Entre tantos otros está este famoso experimento del ascensor, originalmente conducido como para de un episodio de 1962 del programa Candid Camera intitulado “Face the Rear.”


Pero, si bien divertida en su divulgación tragicómica de nuestra capacidad de pensamiento de grupo, este experimento dice sólo la mitad de la historia de la obra de Asch. Como James Surowiecki nos recuerda en la excelente The Wisdom of Crowds [La sabiduría de las multitudes], Asch llegó a revelar algo igualmente importante - que mientras las personas se deslizan en conformidad con el pulso de la facilidad, sino que también no se necesita mucho para conseguir que salir de ella. Asch demostró esto en una serie de experimentos, la plantación de un cómplice para desafiar a la gente mediante la participación en lo sensible, en lugar de sin sentido, el comportamiento. Eso, se vio después, era suficiente. Tener sólo una entre iguales contravenga el grupo hizo sujetos deseosos de expresar sus verdaderos pensamientos. Surowiecki concluye:
En última instancia, la diversidad no contribuye simplemente añadiendo diferentes perspectivas para el grupo, sino también por lo que es más fácil para las personas a decir lo que realmente piensan. [...] La independencia de la opinión es a la vez un ingrediente crucial en las decisiones colectivamente sabias y una de las cosas más difíciles de mantener intacta. Debido a la diversidad ayuda a preservar esa independencia, es difícil tener un grupo colectivamente sabio sin él.”
Tal vez el papel del movimiento global Occupy y otras expresiones de activismo cívico contemporáneo es el de un cómplice cultural, estimulando otros - los ciudadanos, políticos, directores generales - para hacer frente a la parte delantera del ascensor en el último.




jueves, 17 de abril de 2014

Red de amigos en clase: Sesgo parental y efectos de pares

Red de amigos en clase: Sesgo parental y efectos de pares

Los autores entrevistan a los padres y sus hijos matriculados en seis escuelas primarias en el distrito de Treviso (Italia). Se estudia las diferencias estructurales entre la red de amigos niños reportados por los niños y los esbozados preguntados a los padres. Encontramos que la red de los padres tiene un sesgo: los padres esperan que los efectos de otros amigos sobre el rendimiento escolar sean más fuertes de lo que realmente son. Por lo tanto, los padres de los estudiantes de bajo rendimiento informan que sus hijos son amigos de los estudiantes de alto rendimiento. Nuestras simulaciones numéricas indican que cuando esta tendencia se combina con un sesgo de cómo algunos niños se dirigen a los amigos, a continuación, hay un efecto multiplicador en el rendimiento escolar esperado.

jueves, 20 de marzo de 2014

Jerarquías emergentes de un juego en red

Cómo los mundos de juegos virtuales están revelando la naturaleza de las jerarquías humanas
La forma más jugadores forman en grupos de juegos en línea revela que las jerarquías son un producto inevitable de la condición humana, dicen los científicos de la complejidad.





Uno de los objetivos de la antropología es entender la forma en que los humanos interactúan para formar grupos. De hecho, los antropólogos saben desde hace tiempo que las sociedades humanas son altamente estructurados.

Pero exactamente qué tipo de estructuras forman y en qué medida estos grupos dependen del medio ambiente sigue siendo objeto de mucho debate. Así que una pregunta interesante es si los seres humanos forman el mismo tipo de estructuras en los mundos en línea como lo hacen en la vida real.

Hoy en día, obtener una respuesta gracias a la labor de Benedikt Fuchs en la Universidad Médica de Viena en Austria y un par de amigos. Estos chicos han estudiados los grupos humanos forman al jugar un juego en línea multijugador masivo llamado Pardus .

Su conclusión es que los seres humanos forman naturalmente en una jerarquía de tipo fractal en el que las personas pertenecen a una variedad de grupos en diferentes escalas. De hecho, la formación de jerarquías parece ser una parte innata de la condición humana.

En Pardus, los jugadores exploran un universo futurista al interactuar y competir en una economía impulsada por el jugador. Desde 2004, cuando el juego se puso en marcha, unas 400,00 personas se han unido a este mundo. Estos jugadores pueden marcar otras personas como amigos, forman colectivos para mejorar su competitividad y que pertenecen a otras facciones.

Pero lo más importante, lo que los jugadores hacen es registrado en el juego, lo que lo ha hecho a los investigadores estar tan interesados en analizarlo.

Fuchs y colegas descargan más de tres años del valor de estos datos, incluyendo la información completa sobre las redes sociales creadas por la comunicación, el comercio con y "el gusto " a otros jugadores. Después de haber reconstruido estas redes y cómo varían con el tiempo, Fuchs y coautores determinaron su complejidad usando una medida conocida como orden Horton- Strahler.

Este es un método matemáticos usan para medir la complejidad de un árbol ramificado. Asigna una orden para cada parte del árbol en función del número de "niños" que se ramifican fuera de ella.

Las ramas están en el extremo de las ramas, sin hijos, y así tener la orden más baja de 1. Las ramas de la jerarquía se numeran según el número de hijos que tienen. Esto permite que partes de la jerarquía en muy diferentes partes del árbol a ser comparados.

El ordenamiento de Horton-Strahler se utiliza regularmente para medir la complejidad de ramificación de todo, desde los ríos y afluentes de los lenguajes de programación de alto nivel. Y en las redes sociales, por supuesto.

Fuchs y colegas aplicaron exactamente este proceso a las redes en Pardus y encontraron una jerarquía de ramificación de siete niveles. El primer nivel son los propios individuos, el nivel dos resulta ser pequeños grupos de personas que se han marcado como amigos y se han comunicado recientemente.

A continuación se muestran las personas vinculadas de forma más débil , que pueden haber, una vez comercializados o marcados como amigos, pero no comunicados con regularidad. Estos aparecen en la tercera orden.

Los jugadores también pueden formar alianzas, grupos formales que adquieren ciertos privilegios de juego. Estos aparecen en el cuarto orden. Luego están las facciones más grandes que se forman las órdenes de cinco y seis. El séptimo orden comprende todos en todo el juego.

Lo interesante de estas órdenes no es sólo su existencia, sino su escala con respecto al otro. "Sorprendentemente, los jugadores en línea muestran el mismo tipo de capas jerárquicas estructuradas como las sociedades estudiadas por los antropólogos, en los que cada una de estas capas es de tres a cuatro veces el tamaño de la capa inferior," dicen Fuchs y colegas.

Eso es un resultado interesante. Que la misma jerarquía emerja en muy diferentes situaciones sugiere que todo lo que produce este efecto es independiente del medio ambiente. En otras palabras, debe ser una propiedad innata de la conducta social humana.

Fuchs y colegas van aún más lejos. "Nuestros hallazgos sugieren que la organización jerárquica de la sociedad humana está profundamente anidado en la psicología humana", dicen.

Una conclusión interesante. La pregunta ahora es cómo profundizar aún más en esta psicología para embromar aparte con más detalle.

Ref : arxiv.org/abs/1403.3228 : Fractal organización multi - nivel de los grupos humanos en un mundo virtual

jueves, 22 de diciembre de 2011

Las redes sociales afectan poco a los gustos


Harvard Study: Social Networks Do Little To Influence Taste And Interests


DEVINCOLDEWEY



Here’s a bit of science that’s contrary to what a heavy utilizer of social networks might expect.Researchers at Harvard  tracked the Facebook activity of hundreds of college students for four years, and came away with the rather unexpected result that the interests of friends don’t, in fact, tend to influence one another. That’s not to say it doesn’t happen at all, of course, but it’s clear that propagation and virality are subtler and more complex than some people (marketers and, I suspect, researchers) tend to think they are.
But the study is also clearly flawed in ways that those versed in social graphs are likely to easily perceive. Pulling useful data from social networks is like catching lightning in a bottle, and I wonder whether the findings may in fact be, as the study attempts to avoid, “a spurious consequence of alternative social processes.”
The central source of data for the study, in fact, doesn’t strike me as solid. Tracking the interests of college kids is a sketchy endeavor in and of itself, but tracking it via their Facebook favorites (i.e. what shows on your profile, not what you post about or share) seems unreliable.
After all, not only does everyone use the network in their own way, but the network itself has changed. Putting Wilco in your favorites is a different act from liking Wilco’s Facebook page, their official band site, or posting their latest video. Gauging someone’s interest in a movie or band by the favorites factor alone is inadequate. Their findings are essentially that taste doesn’t diffuse the way you might expect. But while the data support this, nothing supports the data.



Flattening huge sets of data and removing potentially conflative or distracting connections (“disentangling,” to use the researchers’ well-chosen word) is the bane of social research, and with a limited window on a huge field of data, like that these researchers had, it’s especially hard.
Who among these people was a supernode? What were their Twitter counts? What was the most common unit of interest? How many total posts, how many total favorite changes, how many total friends? The process of disentanglement only gets harder and harder, and the amount of indispensable data grows. The researchers have used advanced statistical techniques, but the data they were interpreting doesn’t seem to be at all complete.
The study does establish something that I think we perhaps understand is true already: you befriend people because of your overlaps in taste, but it’s rare that your existing friends change the tastes you already have. This is as much true out in the “real” world as it is online.
It seems to me that taste doesn’t propagate because taste is rarely propagated to begin with. And on Facebook, the focus is not on the laying up of collections (increasingly all anyone even sees is news, not favorites), the collaborative appreciation of any item or media in particular (for the most part, your “likes” disappear into a vast ocean of other likes), or the influencing of others (there are supernodes and influencers, but Facebook isn’t the proper tool for the job).





What propagates is individual items, events, songs, virals, and so on. To even collect, categorize, and weigh these collected items would not be to guarantee a meaningful result, since, as has been observed of the river, you never step into the same social stream twice. The status updates and comments of years past don’t strike me as a window into the soul of the user today. I have no doubt that some clever data divers and social archaeologists will find a way to make this data useful and powerful, but I don’t envy their task.
The Harvard study does indicate another thing, which is that social networks are, for now, “light” social interaction. Breaking into a new genre of music, discovering a new favorite director, getting book recommendations, these things don’t occur nearly as much on social networks as their proponents and heavy users would like to think. That’s changing, but Facebook doesn’t appear to be in a hurry to make the change to “serious” social interaction: the kind of trusted exchanges you have with friends in conversation or in repeated encounters over years that slowly convert you into a fan of David Lynch, or Scarlatti, or David Foster Wallace. Those are still the province of real life, it seems, even among the Facebook generation. But for how long?

TechCrunch