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viernes, 10 de julio de 2020

"La revista REDES en 7 minutos" - Isidro Maya

Presentación titulada "La revista REDES en 7 minutos" realizada por Isidro Maya. En el marco de las Jornada de Redes 2020 – Red Hispanoamericana, realizado el 7 de Julio del 2020 de forma online.


lunes, 14 de noviembre de 2016

Red criminal georgiana en España

MAFIA GEORGIANA
La larga sombra del capo Darsadze
La mafia georgiana dirigida por un ‘ladrón en ley’ encarcelado comete cientos de atracos en domicilios de España. La Policía le atribuye el 60 % de los robos en viviendas de la Comunidad de Madrid

JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ | JOAQUÍN GIL
El País

Todo ocurrió a las 14.30 horas. Un fornido hombre de 75 años se desploma a la entrada de un restaurante en el centro de Moscú. Aslan Usoyan, alias abuelo Hasan, se desangra en segundos. El tiro de gracia del francotirador ha sido certero.

  Estructura de la mafia georgiana en España y Europa

El asesinato el 16 de enero de 2013 del capo de la mafia georgiana de la rama de los Tblisi Aslan Usoyan llevó la firma de uno de los suyos. La negativa de este ladrón en ley (jefe) a reconocer a los nuevos líderes coronados en una cumbre criminal en Dubai un mes antes resultó letal. Los vor v zakone, cabecillas de una banda transnacional especializada en desvalijar pisos, no toleran la disidencia. Usoyan fue víctima del clan Kutaisi, según informes de la inteligencia.

El Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional investiga de cerca los movimientos en España de la mafia georgiana de los ladrones en ley. La Policía les atribuye el 60 % de los robos cometidos en domicilios en la Comunidad de Madrid, según ha podido saber EL PAÍS. Durante el primer trimestre de este año, 4.516 viviendas madrileñas fueron asaltadas, según el Ministerio del Interior.


El capo de la mafia georgiana Knyazevich Kalashov durante su traslado a España desde Dubai en una imagen de junio de 2006. EL PAÍS

A sus 44 años, Zviad Darsadze es el cabecilla de la mafia georgiana en España. Coronado vor en 2000, los investigadores describen a este hombre nacido en Kutaisi, la segunda ciudad del país caucásico, como un amante del lujo y los restaurantes exclusivos que carece de empleo conocido. Su tren de vida no encaja con los 3.504 euros que percibió oficialmente en 2010 como trabajador de una empresa de compraventa de frutas y hortalizas en Guadassuar (Valencia).

Darsadze es un capo con funciones de juez para dirimir disputas. Pero también un respetado oráculo en la toma de decisiones que combina el liderazgo con la supervisión de los asaltos, generalmente en tareas de vigilancia. Por estas y otras fechorías, el vor se encuentra en prisión desde el pasado año. La Policía le describe como el cabecilla de la red desmantelada en la Operación Aikon, que se saldó en julio de 2015 con una treintena de arrestos. Y frustró el saqueo de centenares de viviendas en la Comunidad Valenciana, Murcia y Cataluña. La Audiencia Nacional asume desde entonces la investigación al atribuir a la banda de ladrones en ley cientos de atracos en España y Europa. El juzgado de Instrucción número 43 de Madrid fue el primero en instruir el caso.

La organización tiene medio centenar de miembros. Solo Zviad y otro integrante más están en prisión. En el grupo destaca el hombre que hace las funciones de guardaespaldas, relaciones públicas y lugarteniente del vor, Archil Giorgobiani. Junto a él, Merab Toroshelidze se encarga de colocar la mercancía. Y también suministra los juguetes, que es como la banda denomina a las ganzúas e inhibidores de frecuencia que son adquiridos en una tienda de artículos de espionaje del centro de Madrid. El español Francisco F. actuaría supuestamente como intermediario del botín con tres casas de compraventa de oro de la capital.


El integrante de la mafia georgiana Kakhaber Shushanasvili, en una imagen captada en la Audiencia Nacional en diciembre de 2011 EFE / KOTE RODRIGO

Los jefes profesan fidelidad absoluta al hombre fuerte de la mafia georgiana, que corresponde con visitas al hospital a sus chicos tras los tiroteos. Citas clave como el cumpleaños de Darsadze, que se celebró en febrero de 2015 en un hotel de cinco estrellas de la zona de Avenida América de Madrid, sirven para aproximarse al vor. Y también para hablar de las shodkas (cumbres criminales) que se registraron ese año en Armenia y Turquía. Al cumpleaños del capo en Madrid asistió Varlam Kukhianidze, condenado en 1997 a siete años por secuestro y extorsión.

La red de Darsadze es familiar. Y en ella figura la esposa del vor, responsable de supervisar las transferencias; el hermano del jefe, encargado de una célula de siete atracadores. Y un vástago del cabecilla que adquiere pisos en Georgia con el dinero de la organización, según las pesquisas.

Tras hacerse con el botín, la mercancía planea a través de un alambicado entramado de blanqueo compuesto por sociedades pantalla, peristas, correos humanos rumbo a Georgia y transferencias a través de agencias como MoneyGram, Ria Money o Western Union. El dinero acaba en Rusia en una obschack, una caja común o hucha que centraliza los flujos de capital de todas las facciones europeas de vor v zakone. Darsadze se encarga de decidir las cantidades enviadas desde España, pero también controlaría el dinero recaudado en Francia y Alemania, según los agentes. Del bote común salen los beneficios que se reparten los capos y la financiación de esta compleja telaraña criminal, que está siendo investigada por la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Madrid, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) y la Guardia Civil en La Rioja por algunos golpes a viviendas cometidos en Calahorra (24.000 habitantes) y Arnedo (15.000).


Primera sesión del juicio celebrado en noviembre de 2009 en la Audiencia Nacional contra la mafia ruso-georgiana arrestada en la Operación Avispa. EFE

Las pesquisas revelan vínculos del vor Darsadze con homólogos en Francia, Italia, Alemania, Austria, Suiza y Grecia. La Policía relaciona al ladrón en ley de España con una empresa que roba coches en Bélgica y Alemania para su posterior venta en Europa del Este.

Una red de confidentes con tentáculos en Europa informa al vor Darsadze en tiempo real sobre los arrestos. El protagonista de esta historia recibe informes telefónicos sobre los hombres que no se avienen a la autoridad. Uno de estos reportes llegó desde Grecia en febrero de 2015. Al otro lado del móvil estaba Zara Ambroladze, condenado a siete años de prisión por tráfico de armas.

Zviad Darsadze es un hombre con un poder omnímodo. Así lo demostró en una conversación en marzo de 2015 cuando aleccionó a un colaborador sobre cómo encarrilar a un grupo díscolo. “Hazles llegar mis palabras. Me follo a sus madres. Diles que es el mensaje de Zviad”.

investigacion@elpais.es

LLAVES MÁGICAS Y MARCADORESLa mafia georgiana asentada en España tiene sus cuarteles generales en Madrid y Alcobendas, donde reside el entorno del jefe Zviad Darsadze. Desde el centro del país, los corpulentos atracadores planean el saqueo de cientos de viviendas.
Procedentes en su mayoría de las ciudades georgianas de Tbilisi y Kutaisi, la banda de los vor v zakone actúa como una maquinaria itinerante. Mediante un enjambre de pisos patera –que figuran a nombre de mujeres georgianas, ucranianas y rusas- la red campa a sus anchas por España y Europa, según informes policiales.
La organización actúa en grupos de cuatro. Dos vigilan en el exterior de las viviendas móvil en mano mientras que el resto comete el asalto en sigilo. Un marcador, plástico transparente de una cajetilla de tabaco situado entre el marco y la puerta, confirma previamente que hay vía libre. La casa está vacía.
Los ladrones en ley combinan las ganzúas con el eficaz magic key, un artilugio reservado para cerrajeros profesionales pero que se puede comprar por Internet sin dar explicaciones. El aparejo posibilita abrir un portón acorazado en quince minutos y fabricar una llave con la puerta cerrada. Otra variante es el bumping, una técnica que consiste en introducir una llave en la cerradura y golpearla con un objeto hasta que cede.
La banda de los ladrones en ley prefiere trabajar de día en invierno. Y comienza su jornada de atracos a partir de medianoche en verano, según informes policiales.
Para despistar a los investigadores, los ladrones manejan documentación falsa. Se hacen pasar por ciudadanos de Lituania, República Checa, Bulgaria y Polonia. Disponen además de decenas de móviles y usan programas de llamadas gratis por Internet como Skype o Viber por seguridad. La mayoría son reincidentes y tienen antecedentes por robo con violencia o falsificación. Salen de prisión y vuelven a las andadas, concluyen informes policiales.

domingo, 8 de febrero de 2015

Redes de coautoría en una revista de cardiología

Redes de coautorías y colaboración institucional en Revista Española de CardiologíaJuan C Valderrama-Zuriána, Gregorio González-Alcaidea, Francisco J Valderrama-Zuriánb, Rafael Aleixandre-Benaventa, Alberto Miguel-Dasitc

a Unidad de Documentación. Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación López Piñero. Universitat de València-CSIC. Valencia. España.
b Centro de Salud Nápoles y Sicilia. Departamento 9. Agència Valenciana de Salut. Valencia. España.
c Servicio de Resonancia Magnética. Hospital de la Plana. Vila-Real. Castellón. España.

Revista Española de Cardiología







Palabras clave

Publicaciones científicas. Análisis de coautorías. Colaboración institucional. Redes de colaboración.

Resumen

Introducción y objetivos. El presente estudio analiza los patrones de colaboración de los investigadores y las instituciones en los trabajos publicados en Revista Española de Cardiología.Métodos. Se identificaron las coautorías y relaciones de colaboración institucional de Revista Española de Cardiología en el período 2000-2005 y se obtuvo el índice de firmas/trabajo. Para construir las redes de colaboración se utilizaron los programas «TextToPajek» y «PAJEK».Resultados. Se analizaron 980 trabajos, el 95,1% firmado en coautoría por 2 o más autores y el 51,43% en colaboración institucional. El índice de firmas/trabajo ha sido de 6,23 ± 3,1. Se encontró una relación estadística (p < 0,02) entre el índice de firmas/trabajo y la sección donde era publicado el trabajo, ya que los publicados en las secciones Artículos originales y Artículos especiales tenían un mayor índice de firmas/trabajo (media de 7,87 ± 2,88 y 6,59 ± 5,02, respectivamente). Se han identificado 44 autores de elevada productividad y 25 agrupaciones de autores integrados por 112 investigadores. Conclusiones. El análisis de las redes de colaboración ha permitido identificar numerosas agrupaciones de autores del área cardiovascular en España, así como las relaciones existentes entre ellas desde el punto de vista de la investigación y las publicaciones científicas. El aspecto más significativo de la colaboración institucional fue el predominio de la colaboración intrainstitucional e intraautonómica (el 80,57% de las colaboraciones). Posibles estudios futuros podrían incluir el análisis de la producción científica de los investigadores de las agrupaciones identificadas y la evolución en el tiempo de los patrones de colaboración





Artículo

INTRODUCCION
La producción científica española en el área cardiovascular ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años. Así, en el período 1994-1999 se identificaron 840 documentos realizados por autores españoles en las bases de datos del Institute for Scientific Information versión CD-ROM, con un incremento del 80,9% en 1999 frente a 19941, mientras que los documentos recogidos en el National Science Indicators y National Citation Reports correspondientes al período 1994-2002 ascendieron a 2.556, con un aumento constante en el número global de trabajos/año, que pasó de 6.616 en 1994 a 9.143 en 20022. Las revistas españolas que mayor número de artículos incluyeron en el área cardiovascular fueron Revista Española de Cardiología (n = 899) y Medicina Clínica (n = 140)2. Ambas han sido las revistas clínicas en castellano que han obtenido un mayor factor de impacto en el Journal Citation Reports de 2004 (FI = 1,802 y FI = 1,005) y la primera y tercera, respectivamente, en 2005 (FI = 1,769 y FI = 1,074)3. También son las que ocupan los primeros dos lugares en el estudio del Factor de Impacto Potencial de las Revistas Médicas Españolas de 2003 (FI = 1,501 y FI = 1,061, respectivamente)4.
Por otra parte, en cardiología y en la investigación biomédica en general se está produciendo un aumento progresivo de los trabajos realizados en colaboración. La colaboración es necesaria para el avance del conocimiento porque los problemas requieren abordajes multidisciplinarios5, y es conveniente para poder complementar insuficiencias6. En la investigación cardiológica colaboran fundamentalmente profesionales de las áreas de cardiología, medicina de familia y medicina interna, pero también biólogos, químicos, farmacéuticos, matemáticos y radiólogos6,7.
En este contexto, el Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica del período 2004-20078 ha tratado de promover la investigación de carácter multidisciplinario. En el área de la biomedicina, la convocatoria de redes temáticas de investigación cooperativa (RETIC) del Instituto de Salud Carlos III9 tiene como objetivo contribuir a fundamentar científicamente los programas y políticas del Sistema Nacional de Salud en las áreas prioritarias del Plan Nacional de I+D+I mediante la asociación de centros y grupos de investigación biomédica, multidisciplinarios y multiinstitucionales. Con esta tipología de redes se pretende la creación de esquemas de cooperación científica más potentes que permitan alcanzar objetivos que difícilmente podrían plantearse en un contexto de ejecución más restringido10.
En el momento de la redacción de este manuscrito, hay 3 redes del área cardiovascular9: «RECAVA. Factores de riesgo, evolución y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y sus mecanismos moleculares y celulares» coordinada por Soler Soler, del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona; «HERACLES. Determinantes genéticos y ambientales de la disfunción vascular en la hipertensión y en la cardiopatía isquémica» coordinada por Marrugat de la Iglesia, del Institut Municipal d'Investigació Mèdica (IMIM) de Barcelona; y «EULALIA-MUSIC2, características epidemiológicas, fisiopatológicas, clínicas y anatomopatológicas de la muerte súbita en España» coordinada por Bayés de Luna, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. Asimismo, se están promoviendo desde el Instituto de Salud Carlos III los Centros de Investigación Biomédica en Red (CIBER)11, organismos de investigación dotados de personalidad jurídica propia que tienen como misión la investigación monográfica sobre una enfermedad o problema de salud concreto, y que constituirán grandes centros de investigación traslacional.
El estudio de la colaboración científica ayuda a establecer grupos y redes de trabajo, pudiendo ser analizada y evaluada mediante el empleo de técnicas bibliométricas y representada mediante lo que algunos autores denominan «redes de coautorías»12,13 o «mapas bibliométricos»14.
El objetivo del presente trabajo es identificar y representar gráficamente las redes de colaboración de autores e instituciones que han publicado sus trabajos científicos en Revista Española de Cardiología a lo largo del período 2000-2005.

MÉTODOS

Identificación de los trabajos, datos bibliográficos y normalización de autores e instituciones
Para la realización del estudio se han identificado los trabajos de investigación publicados durante el período 2000-2005 en Revista Española de Cardiología. Para cada uno de los trabajos seleccionados se ha identificado el nombre y los apellidos de los autores firmantes, así como el centro de procedencia de éstos (institución, ciudad y país).
Para la normalización de las autorías se han comprobado las firmas en las que un mismo autor firmaba de dos o más formas diferentes, utilizándose como criterio básico de unificación la existencia de coincidencia en los lugares de trabajo de las firmas. En el caso de las instituciones, se han unificado las diferentes variantes de hospitales según la denominación recogida en el Catálogo Nacional de Hospitales 200515 y en el Registro Nacional de Universidades, Centros y Enseñanzas16. Asimismo, dado que las firmas institucionales de muchos registros bibliográficos recogían dos o más instituciones (p. ej., hospitales universitarios y universidades) y para no perder información, se ha procedido a diferenciar estas firmas, consignando en estos casos para cada registro bibliográfico tantas firmas como macroinstituciones se podían individualizar.
Con la información extraída se ha confeccionado una base de datos relacional utilizando el programa Microsoft Access.
Indicadores bibliométricos de colaboración y redes de coautorías y de colaboración institucional
A lo largo del trabajo se han utilizado los términos «coautoría» para hacer referencia a la firma conjunta de un trabajo científico por 2 autores, y «colaboración institucional» en el caso de la firma conjunta de un trabajo por diferentes instituciones, distinguiéndose en este caso los siguientes tipos de colaboración: intrainstitucional (diferentes unidades o departamentos de una misma macroinstitución), interinstitucional de carácter nacional (entre instituciones de la misma o de diferentes comunidades autónomas) e interinstitucional de carácter internacional, cuando concurren una institución española y una extranjera. Se ha empleado el término sajón «clúster» en su acepción relacionada con los modelos de grafos para referirse al conjunto de nodos o vértices (autores o instituciones) altamente conectados entre sí mediante arcos o enlaces (relaciones de coautoría o de colaboración institucional) pero con conexiones esporádicas hacia el exterior17, y «umbral o intensidad de colaboración», el valor utilizado para formar los clústeres de autores y de instituciones, que hace referencia a la frecuencia de coautoría entre las parejas de autores o de colaboración entre instituciones y que refleja las relaciones más o menos consolidadas entre ellos a la hora de publicar los resultados de sus investigaciones de forma conjunta. Este valor ha sido utilizado en diversos estudios bibliométricos como criterio para considerar los clústeres identificados como «grupos de investigación»18,19.
La colaboración entre autores se ha caracterizado mediante el cálculo del número de trabajos, firmar, colaboraciones el índice de firmas/trabajo (IFT) o índice de colaboración, que es la media del número de firmas por trabajo, y el índice autores/trabajo (media del número de autores por trabajo considerando únicamente los autores distintos). Asimismo, se realizó un análisis estadístico descriptivo de las variables estadísticas estudiadas (media e intervalo de confianza [IC] del 95%). Para la comparación de las medias de las variables distribuidas de forma normal se aplicó el análisis de varianza ANOVA, evaluándose la igualdad de las varianzas con la prueba de Levene. Las comparaciones posteriores se realizaron mediante la prueba de Bonferroni para varianzas iguales y la T2 de Thamhane para varianzas no iguales.
Para la construcción de la red de coautorías se han identificado todas las combinaciones de pares de autores de cada trabajo. El número de coautorías de cada trabajo está en relación con el número de firmas de éste, ya que es igual a m!/(m-n)!n!, donde «m» es el número de autores firmantes y «n» el número de elementos de las agrupaciones realizadas, en este caso dos, ya que se identifican parejas de autores que firman conjuntamente un trabajo. Una vez cuantificadas las coautorías se ha establecido un umbral o intensidad de colaboración de 6 o más colaboraciones entre pares de autores, con la intención de reducir el número de nodos y arcos que impedirían una visión clara de la red y centrar así el análisis en las relaciones de coautoría más intensas. La misma metodología se ha aplicado a las firmas institucionales para construir la red de colaboración interinstitucional, si bien en este caso se ha aplicado un umbral de 3 o más colaboraciones.
Se han obtenido una serie de medidas propias del análisis estructural o de redes sociales. Considerando los agentes (autores o instituciones) de forma individual, se presentan 3 medidas de centralidad o de cohesión que proporcionan una aproximación muy precisa para el análisis de la red social estudiada: el grado (o degree) y los índices de intermediación (betweenness) y de cercanía (closeness)20.
El grado indica el número de agentes distintos con los que está conectado de forma directa un determinado autor o institución, y se ha obtenido a partir de la identificación y posterior cuantificación de las relaciones de coautoría y de colaboración institucional. Se trata de una medida que refleja la mayor o menor colaboración mantenida por parte de los autores e instituciones. El índice de intermediación evalúa en qué medida un agente está situado en medio o entre otros agentes de la red, permitiendo su interconexión. Mide, por tanto, el prestigio de autores e instituciones y su capacidad para acceder y controlar los flujos de información. Se calcula como la suma de los caminos más cortos entre 2 agentes que incluyen entre ambos el agente en cuestión. El índice de cercanía permite valorar la rapidez de interacción de un agente con el resto de agentes de la red, es decir, refleja la «proximidad» de cada autor o institución con el resto de los agentes de la red. Se calcula como la inversa de la suma de las distancias del agente en cuestión al resto de agentes con los que está conectado20.
Para determinar la cohesión de los clústeres identificados, se ha calculado la densidad de cada uno de ellos, medida que determina el grado de ligamen o de conexión entre sus miembros según la relación entre el número de enlaces existentes y el número de enlaces posibles. Para ello se ha aplicado la fórmula 2e/n(n-1), donde «e» es el número de enlaces existentes y «n» el número de agentes20.
Para el cálculo de los indicadores y la construcción de las redes se ha utilizando el programa TextToPajek desarrollado en la Universidad Complutense de Madrid21 y el programa de análisis de redes PAJEK22.

RESULTADOS


De los 980 trabajos analizados, 455 (46,43%) eran Artículos originales y 270 (27,55%), Comunicaciones breves. En la tabla 1 se presenta la distribución por año de publicación y sección a la que pertenecen los trabajos publicados.
El 95,1% (n = 932) de los trabajos han sido firmados en colaboración por 2 o más autores, mientras que solamente el 4,9% (n = 48) ha sido firmados por un único autor (tabla 2). Se han identificado un total de 6.108 firmas, lo que supone una media de 6,23 ± 3,1 firmas/trabajo. El IFT se ha mantenido prácticamente constante, con valores cercanos a 6 a lo largo de todo el sexenio. No se observaron diferencias estadísticamente significativas según el año de publicación, pero sí según la sección donde se publicaban los trabajos (p < 0,02). Así, los trabajos publicados en la sección Artículos originales han sido los que mayor IFT han presentado a lo largo del período estudiado (media, 7,87 ± 2,88), seguidos de los Artículos especiales (media 6,59 ± 5,02) y las Comunicaciones breves (media, 5,55 ± 1,2). En el polo opuesto, las secciones con menor índice correspondieron a los Artículos de revisión (media, 2,72 ± 1,23), las Controversias (media, 2,75 ± 2,87), la Puesta al día (media, 2,95 ± 1,98) y las Imágenes en cardiología (media, 3,3 ± 1,11).


El número de autores diferentes que han publicado durante el período ha sido de 2.927, con una media de 2,99 autores por trabajo (tabla 2). El hecho de que la media global de autores por trabajo en la totalidad del período sea inferior a las medias anuales es debido a que, a medida que se incrementa el período estudiado, disminuye el número de autores distintos.
En la tabla 3 se presentan los 44 autores que han publicado más de 11 trabajos y sus patrones de colaboración, incluidos el número de firmas y de colaboradores en los trabajos en los que han intervenido y los índices firmas/trabajo y autores/trabajo. Destacan algunos autores que, aunque no ocupan los primeros puestos en el ranking de productividad, reúnen un elevado número de firmas y un amplio núcleo de colaboradores, de lo que se derivan elevados IFT y media de autores por trabajo.


Al aplicar un umbral o intensidad de colaboración de 6 o más trabajos firmados en coautoría se han identificado 25 clústeres de autores de elevada intensidad de colaboración que están compuestos por 112 autores de 29 instituciones diferentes. De los 73 autores más productivos, 54 (73,97%) se integraron en alguno de los clústeres que se han identificado, cifra que es aún superior si se consideran los 24 autores más productivos (> 14 trabajos), ya que 20 de ellos están adscritos a alguno de los clústeres (83,33%). Asimismo, de los 112 autores que constituyen los clústeres se han identificado 58 (51,78%) que, aunque no ocupan los primeros lugares en el ranking de productividad (ya que se sitúan entre los puestos 74 y el 197 delranking), se caracterizan por tener una elevada intensidad de colaboración con otros autores. El clúster con más autores ha sido el liderado por M. Valdés Chavarri, compuesto por 14 autores, seguido por los clústeres de F.J. Chorro Gascó/J. Sanchís Forés y de M.P. Anguita Sánchez/D. Mesa Rubio, integrado por 9 autores cada uno de ellos (fig. 1). Entre los clústeres conformados por 9 o más miembros, el que presenta el índice más elevado de cohesión es el de F.J. Chorro Gascó/J. Sanchís Forés (0,64), mientras que entre los clústeres conformados por 5-7 miembros destacan los de A. Medina Fernández Aceituno y J. Soler Soler, con índices de cohesión de 1 y 0,9, respectivamente (tabla 4).



Fig. 1. Clústeres uno a 3 (9 o más miembros) con una intensidad de colaboración de 6 o más coautorías.




En la tabla 5 se presentan los valores estadísticos de centralidad de los autores calculados considerando todas las coautorías identificadas, donde se puede observar que algunos autores que no ocupan los primeros puestos de ranking de productividad ejercen un destacado papel de «intermediarios» con otros autores o de «proximidad» a éstos en la red de coautorías.


En 504 trabajos (51,43%) se ha observado la presencia de algún tipo de colaboración (intrainstitucional o interinstitucional) frente a 476 trabajos (48,57%) en los que hay una ausencia de colaboración. Considerando los 473 trabajos en colaboración en los que intervienen instituciones españolas (tabla 6), se sitúa en primer lugar la colaboración intrainstitucional (40,87%), seguida muy de cerca por la colaboración interinstitucional entre instituciones de la misma comunidad autónoma (39,7%). Ya a cierta distancia se sitúa la colaboración entre instituciones de diferentes comunidades autónomas (15,41%) y la colaboración internacional (4,02%). Cabe destacar una tendencia hacia el aumento de la colaboración cuando se analiza la colaboración desglosada por años, ya que el número de trabajos en colaboración ha pasado del 43,02% en el año 2000 al 56,69% en 2005, año que presenta el índice de colaboración más elevado de todo el sexenio (tabla 6).

En la tabla 7 se presentan las 42 instituciones más productivas (> 9 trabajos) y sus patrones de colaboración interinstitucional. El ranking de productividad aparece encabezado por el Complejo Universitario La Paz (Madrid), con 50 trabajos, seguido por el Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), con 45 trabajos. Hospitals Vall d'Hebron (Barcelona) y el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia) se sitúan con 40 trabajos, la Clínica Universitaria de San Carlos (Madrid) con 39, el Hospital Clínic i Provincial de Barcelona con 34 y el Hospital Ramón y Cajal (Madrid) con 33. Otras 12 instituciones obtienen más de 20 trabajos y 23, entre 10 y 19 trabajos.

Para la formación de la red de colaboración institucional se ha aplicado un umbral de 3 o más colaboraciones, representando la mayor o menor intensidad de colaboración mediante diferentes grosores en los enlaces. En la figura 2 se recoge el núcleo principal de la red de instituciones. En relación con los estadísticos de centralidad de colaboración institucional (tabla 8), los principales agentes de la red son el Hospital Universitario La Fe (Valencia) y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), que ocupan el primer y el segundo lugar, respectivamente, en los 3 indicadores. Otras instituciones que ocupan un papel destacado en cuanto al número de instituciones distintas con las que han colaborado (grado) son el Institut Municipal d'Investigació Mèdica (Barcelona), el Hospital Clínic i Provincial de Barcelona y el Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), las 3 situadas también entre los primeros 10 puestos del ranking de intermediación. A continuación se sitúan el Complejo Asistencial de Salamanca, el Complejo Universitario La Paz (Madrid), el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia) y el Complejo Hospitalario Universitario Juan Canalejo (A Coruña), todas ellas también con un destacado papel en el resto de indicadores.


Fig. 2. Núcleo principal de la red de colaboraciones institucionales con una intensidad de colaboración de 3 o más relaciones de colaboración.

DISCUSION

La metodología aplicada ha permitido identificar los autores e instituciones más productivos y la composición de 25 clústeres de autores de intensa colaboración en el área cardiovascular en España que han publicado sus trabajos en Revista Española de Cardiología durante el período 2000-2005, caracterizando mediante indicadores bibliométricos su actividad científica. No obstante, es importante realizar algunas observaciones en relación con el método aplicado.
1. En lo que se refiere a la cobertura de la producción científica analizada, únicamente se ha tomado en consideración para la realización del estudio Revista Española de Cardiología. Una visión exhaustiva y completa del área cardiovascular pasaría por tomar en consideración todas las revistas españolas, así como la producción científica de autores españoles en revistas extranjeras. No obstante, la metodología aplicada presenta la ventaja de que, al tratarse de un estudio efectuado a partir de una de las revistas clínicas editadas en España con mayor factor de impacto entre la comunidad científica, los resultados obtenidos representan un panorama del núcleo de mayor repercusión y calidad de la investigación en nuestro país23.
2. Los problemas de la normalización. La importancia de la normalización de los nombres de los autores firmantes de los trabajos científicos es fundamental de cara a los estudios basados en los análisis de coautorías para evitar los errores motivados por variantes en el nombre y los apellidos de un mismo autor, o a la consideración conjunta de la producción científica de 2 o más autores distintos con los mismos nombres. Se ha tratado de evitar estos errores mediante una cuidadosa supervisión manual de las referencias bibliográficas manejadas según se ha expuesto detalladamente en el apartado Métodos.
3. El estudio de las relaciones entre trabajos científicos. Los análisis basados en las referencias y las citas bibliográficas entre trabajos científicos gozan de una larga tradición en los estudios bibliométricos24. Sin embargo, los análisis de las coautorías con el objeto de construir redes de autores han sido objeto de estudio más recientemente12 y aún no hay unos criterios uniformes para identificar comunidades o grupos de investigación dentro de las redes previamente construidas, lo que supone una dificultad de cara a la interpretación de los resultados obtenidos, especialmente en lo relativo a la comparación con estudios previos realizados mediante la aplicación de otras metodologías18,19.
Con independencia del país o la disciplina objeto de estudio, uno de los principales fenómenos que se pueden advertir en los estudios diacrónicos sobre la colaboración científica es la tendencia al crecimiento de la cooperación entre los investigadores, medida a través del IFT25. En el área de la biomedicina, un reciente estudio del número de autores firmantes por trabajo ha puesto de manifiesto que la media de autores firmantes se ha incrementado desde 4,5 en 1980 hasta 6,9 en el año 200026. En las revistas médicas españolas, el IFT ha pasado de un 3,47 a principios de la década de los ochenta a un 4,59 a principios de la década de los noventa27. Considerando el área cardiovascular, en el período 1990-1993 el IFT de la producción científica española incluida en Science Citation Index se situó en 5,7819, tendencia de crecimiento que se ha mantenido hasta la actualidad, situándose en el presente estudio el IFT en 6,23. No obstante, debe tenerse en cuenta al respecto que en algunos tipos de artículos hay una limitación en el número de autores firmantes permitidos, por lo que el IFT tiende a ser más bajo.
La tendencia al incremento del número de autores firmantes por trabajo puede responder a diferentes causas, entre las que hay que destacar la complejidad e interdisciplinariedad de la práctica médica actual28,29 y, como consecuencia, la necesidad de colaborar con equipos externos30. El IFT obtenido es superior al encontrado en otras revistas, como Revista Española de Anestesiología y Reanimación (IFT = 3,1)31Atención Primaria (IFT = 3,77)32Farmacia Clínica (IFT = 3,86)33, y en áreas como las drogodependencias (IFT = 4,1)34 y el sida (IFT = 4,72)35. Sin embargo, es muy similar al de Actas Urológicas Españolas (IFT = 6,1)36. En relación con el número de firmas, hay que llamar la atención acerca del fenómeno de los abusos en las firmas de los trabajos científicos, que se plasma en hiperautorías que no responden a una contribución real de los firmantes en los trabajos sino a razones de índole diversa, entre las que destacan las relacionadas con el aumento del prestigio científico y la obtención de fuentes de financiación37-39.
Para evitar los abusos en las coautorías de las publicaciones científicas han surgido diversos planteamientos e iniciativas, entre las que cabe destacar las recomendaciones del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas sobre quiénes deben ser los firmantes de los trabajos40, propuesta que ha sido criticada por su excesiva rigidez e imposibilidad real de cumplimiento41 en favor de otras en las que se propone describir de forma precisa la contribución de los firmantes en los trabajos42 o designar a un responsable de la publicación43. Escapa a los objetivos de este trabajo identificar la influencia que han podido tener estos factores en el IFT de Revista Española de Cardiología.
Paralelamente al incremento del IFT en los trabajos científicos, se constata un aumento de la productividad de los autores. Así, el 32,2% de los autores responsables de la producción científica española del área cardiovascular incluidos en el SCI en el período 1990-1993 publicó más de un trabajo19, índice que se sitúa en un 35,76% en este estudio.
La identificación de los autores más productivos y de los clústeres de autores de mayor intensidad de colaboración puede servir para la toma de decisiones, tanto a los Organismos Públicos de Investigación (OPI) como a los coordinadores de las redes a la hora de disponer de información fiable sobre los grupos de investigación consolidados y sus miembros. En este sentido, se han detectado 10 clústeres en los que alguna institución que lo compone está incluida en las RETIC. Asimismo, 2 de los coordinadores de estas redes (Soler Soler y Marrugat de la Iglesia) están entre los autores más productivos, mientras que el tercero (Bayés de Luna) no ha sido identificado en el estudio realizado porque, con la excepción de alguna contribución puntual, ha publicado la mayor parte de sus trabajos en revistas extranjeras. La existencia de numerosos clústeres indica que, a pesar de las políticas de promoción de la investigación interinstitucional y multidisciplinaria, todavía persisten numerosos grupos de investigación sin cohesión entre sí y con un reducido número de miembros, con una media de 4,48 autores para los 25 clústeres formados con un umbral de colaboración de 6 o más trabajos.
Por otra parte, si se considera un umbral de 4 o más trabajos en coautoría, el número de clústeres ascendería a 46, integrados por 278 autores con una media de 6,04 autores por clúster, y el clúster de mayor tamaño sería de 41 autores. Para un umbral de 3 o más trabajos en coautoría, el número de clústeres se sitúa en 58, con una media de 8,36 autores por clúster, y estarían vinculados entre sí de forma directa o a través de intermediarios 187 autores. En lo relativo a las instituciones, si se aumenta el umbral, sólo un número muy reducido de ellas aparece vinculada por relaciones estables de colaboración. Así, para un umbral de 3 o más trabajos en colaboración, el núcleo principal está formado por 34 instituciones, con 7 subgrupos integrados por 18 instituciones aisladas del núcleo principal, mientras que para un umbral de 4 o más trabajos en colaboración el núcleo principal está formado únicamente por 10 instituciones, con 6 subgrupos integrados por 20 instituciones aisladas del núcleo principal. Junto con el reducido número de instituciones que mantienen relaciones estables y consolidadas de colaboración interinstitucional, otro de los aspectos más significativos es el marcado carácter intrainstitucional e intrautonómico de las relaciones de cooperación, ya que entre ambas suman el 80,57% de las colaboraciones.
Las medidas de centralidad permiten identificar a los autores y las instituciones que ocupan un puesto destacado en las redes de coautorías y de colaboración institucional, sobre la base de indicadores como el número de autores y de instituciones distintas con los que han colaborado, lo que implica una mayor capacidad de acceso e intercambio de información.
Considerando para la formación de las redes únicamente los trabajos de la sección «Artículos originales», se identifican los mismos clústeres de autores y una red de colaboraciones institucionales similar, de lo que se deduce que esta sección constituye el núcleo de la revista donde publican las investigaciones que han realizado los colaboradores habituales de la revista.

CONCLUSIONES

Las conclusiones más relevantes del estudio realizado son:
1. Un 95,1% de los trabajos publicados en Revista Española de Cardiología ha sido realizado en colaboración por 2 o más autores, con índices de firmas/trabajo y de autores/trabajo similares o por encima de otras revistas y disciplinas de la biomedicina.
2. Se han identificado diversos clústeres de autores que conforman grupos consolidados que pueden considerarse el frente de investigación de la cardiología publicada en español.
3. Pese al elevado número de trabajos en coautoría (95,1%) y a las políticas de promoción de la investigación interinstitucional y multidisciplinaria, todavía persisten numerosos grupos de investigación aislados y con un reducido número de miembros.
4. A pesar de que el 51,43% de los trabajos se realizó en colaboración institucional, ésta tiene un acentuado carácter intrainstitucional e intraautonómico, aunque en el año 2005 se ha percibido un sensible aumento en el número de colaboraciones interautonómicas.
Además de los aspectos abordados en el presente trabajo, podría profundizarse en el mismo caracterizando mediante indicadores bibliométricos de productividad, repercusión e impacto la actividad científica de los grupos identificados14,18. Dado el carácter dinámico de la ciencia y de los grupos de investigación, también sería interesante obtener una evolución temporal de estos grupos y ampliar el análisis de la actividad cardiovascular española a otras revistas, tanto nacionales como internacionales.


Correspondencia: Dr. J.C. Valderrama Zurián.
Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación López Piñero.
Facultad de Medicina.
Avda. Blasco Ibáñez, 15. 46010 Valencia. España.
Correo electrónico: Juan.Valderrama@uv.es
Recibido el 4 de enero de 2006.
Aceptado para su publicación el 28 de septiembre de 2006.

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viernes, 21 de noviembre de 2014

La actividad en Twitter nos habla del desempleo en España

La "huella" de Twitter  revela patrones de desempleo
La minería de datos de Twitter revela sorprendentes detalles sobre los indicadores socioeconómicos, pero a una fracción del costo de los métodos de recopilación de datos tradicionales, dicen los sociólogos computacionales.

MIT Technology Review



El comportamiento humano está estrechamente ligada a la condición social y económica. Por ejemplo, la forma en que un individuo se desplaza alrededor de una ciudad se ve influenciada por su trabajo, sus ingresos y su estilo de vida.

Así que no debería ser una sorpresa que la situación económica también podría reflejarse en los patrones de comportamiento de los medios sociales. De hecho, eso es exactamente lo que, dice Alejandro Llorente en la Universidad Autónoma de Madrid en España y unos pocos amigos. Hoy en día, estos chicos demuestran que el amplio patrón de tweets a través de ciudades y condados en España revela detalles fascinantes acerca de las tasas de desempleo en estas áreas.

Estos chicos comenzaron con una base de datos de 19,6 millones de tweets geolocalizados en España publicados entre noviembre de 2012 y junio de 2013. Llorente y colegas querido correlacionar estos tuits con las regiones de la actividad económica, pero estos no son fáciles de determinar. Eso es debido a que no se corresponden bien a los límites administrativos en España, que reflejan las fronteras históricas y políticas, más que las económicas.

Así que el equipo analizó la velocidad a la que se intercambian mensajes entre regiones utilizando un algoritmo estándar de detección de la comunidad. Esto reveló 340 áreas independientes de la actividad económica, que coinciden en gran medida con otras medidas de la distribución geográfica y económica. "Este resultado muestra que la movilidad de los tweets geolocalizados detectado y las comunidades obtenidos son una buena descripción de las zonas económicas", dicen.

Por último, se analizaron los datos de desempleo en cada una de estas regiones y luego minado su base de datos para las correlaciones con Twitter actividad.

Los resultados muestran diferencias claras entre las regiones con desempleo alto y bajo. Por ejemplo, la tasa de twitteando entre las 9 am y el mediodía de lunes a viernes es significativamente mayor en las zonas de alto desempleo. Estos tuits tienen más probabilidades de contener palabras tales como trabajo o el desempleo. Y los mensajes son también más propensos a contener errores de ortografía, quizás reflejando un menor nivel de educación entre los desempleados.

"Demostramos que las características de comportamiento relacionados con el desempleo pueden ser recuperados de los gases de escape digitales dejado por la red de microblogging Twitter," decir Llorente y compañía.

Eso es importante porque este tipo de análisis es rápido y sencillo en comparación con los métodos tradicionales de recolección de datos, como las encuestas. Estos son caros, tanto es así que algunos países han considerado abandonar en tiempos de dificultades económicas para ahorrar dinero.

Por tanto, la posibilidad de que los datos de Twitter pueden proporcionar una visión general rápida y barata de desempleo es una alternativa interesante. Lo que es más, permite que los gobiernos y los responsables de las políticas para monitorear los cambios en la población, más o menos en tiempo real.

"La inmediatez de las redes sociales también puede permitir a los gobiernos a medir y comprender mejor el efecto de las políticas, los cambios sociales, los desastres naturales o hechos por el hombre en el estado económico de las ciudades en casi en tiempo real", dicen Llorente y coautores, y agregó que su técnicas deben estar en cualquier lugar aplicable en el mundo.

Trabaja como esto muestra cómo la naturaleza de la recopilación de datos económico está cambiando. Va a ser interesante ver lo rápido que los gobiernos y otras organizaciones a adaptarse.

Ref: arxiv.org/abs/1411.3140 Social Media Fingerprints Of Unemployment

lunes, 3 de noviembre de 2014

Lazos familiares y corrupción en el quebrado ayuntamiento de Valdemoro

La gran familia de Valdemoro
La quiebra económica y política del Ayuntamiento de la localidad madrileña reposa sobre una red de familiares y amigos tejida durante años. La gestión, basada en el ‘ladrillazo’ y la privatización, ha provocado una deuda de 100 millones
GRÁFICO Las relaciones familiares en el Ayuntamiento de Valdemoro

 

El País

viernes, 27 de junio de 2014

El lado oscuro de las redes sociales: Nepotismo e ineficiencia en el Tribunal de Cuentas español

Solo cinco de los 60 informáticos del Tribunal de Cuentas son especialistas
Un informe critica la ineficiencia del personal para el servicio
José Antonio Hernández - El País


Pleno del Tribunal de Cuentas

El Tribunal de Cuentas, donde casi un centenar de sus 700 empleados son familiares y allegados de altos cargos y de representantes sindicales del organismo, necesita adaptarse a las nuevas tecnologías informáticas. Pero con el personal de que dispone no puede. Un informe del subdirector jefe del servicio central de informática de la Administración del Estado, al que ha tenido acceso EL PAÍS, revela que el 80% de la plantilla de informáticos del Tribunal de Cuentas (60 trabajadores) carece de conocimientos y titulación para afrontar las necesidades del servicio.

Este tribunal es el organismo encargado de fiscalizar a los partidos políticos y al sector público. En los últimos años se le ha cuestionado por su ceguera en casos como el de Bárcenas —que durante 20 años dispuso de una caja b en el PP nutrida con donaciones ilegales—, y porque tarda hasta cinco años en emitir sus informes sobre cómo gastan las administraciones el dinero de las arcas públicas y cómo gestionan los partidos políticos las subvenciones.

Esta carencia de personal informático adecuado (pese a su abultada plantilla de 60 trabajadores) ha obligado reiteradas veces al tribunal a acudir con urgencia a profesionales de la Administración General del Estado para resolver problemas. Y esto ocurre en un Tribunal donde se mueven todos los años cientos de expedientes “con información muy sensible y sujeta al deber de sigilo”, según detalla el informe del subdirector jefe, que además ofrece un dato demoledor: la mayoría de los informáticos solo tiene el graduado escolar o el bachillerato y no conoce más allá del programa Windows. El sueldo de un jefe de equipo de este departamento es superior al de un inspector de Hacienda recién llegado, en torno a 3.000 euros.

RELACIONES FAMILIARES EN EL TRIBUNAL DE CUENTAS.

Este estudio fue elevado el pasado mes de mayo al pleno del Tribunal de Cuentas para que entendiera la situación que existe y la necesidad de profesionalizar el servicio, externalizando una parte o contratando personal cualificado si lo que pretende el tribunal es equiparar su tecnología a la de otras administraciones.

El documento ha sido elevado a la comisión de gobierno del tribunal
El PAÍS publicó el pasado martes que cerca de un centenar de empleados del organismo encargado de fiscalizar las cuentas del Estado son familiares de altos cargos y de representantes sindicales. Muchos de estos familiares accedieron al tribunal tras franquear exámenes, y fueron asignados inicialmente (algunos aún continúan allí) al departamento de informática, como grabadores de datos, pero sin los estudios específicos.

El informe del subdirector jefe analiza la plantilla e indica: “Según esta relación de puestos de trabajo, para formar parte de una unidad informática departamental del tribunal, en el 80% de los puestos [bastó] con tener experiencia en MS-DOS, lo que a día de hoy sería equivalente a Windows, disponer de conocimientos informáticos y saber utilizar Office”.

El informe considera que la preparación de la plantilla es obsoleta, y añade: “Estos conocimientos son inherentes hoy en día al desempeño de cualquier puesto de trabajo en el que se utilice un ordenador personal, por lo que la práctica totalidad de los empleados del tribunal no estarían cualificados para ocupar uno de estos puestos”.

El convenio colectivo facilita los ascensos obviando la titulación
Destaca que, dadas las necesidades del tribunal, “no parece que baste con saber utilizar un ordenador para prestar los servicios que el tribunal demanda de sus profesionales TIC [Tecnologías de la Información y las Comunicaciones], y mucho menos ante la necesaria implantación de plataformas de administración electrónica que sitúen al Tribunal de Cuentas al nivel de otros órganos como el Tribunal Constitucional o el Defensor del Pueblo”.

El informe critica que se han dado puestos laborales en el área de informática sin la debida preparación.“Si bien la descripción de los puestos y la formación exigida no corresponde con la necesidades reales de una unidad TIC, tal vez la selección del personal se realizó teniendo estas necesidades en mente y, de alguna manera, fueron ocupadas por personal con formación informática. Sin embargo, un sencillo análisis de la ocupación desmiente esta hipótesis: solo hay cinco personas con estudios de informática o telecomunicaciones entre un total de 60 puestos”.

De estos 60 miembros de la plantilla de informática, a 21 se les asignó la categoría de operador informático. Según el convenio colectivo aprobado entre los sindicatos y los altos cargos del tribunal, para acceder a este puesto solo era necesario tener estudios “de bachillerato, BUP, FP2 o LOGSE”, y alguna “experiencia en el sistema MS-DOS”. Y a otros 19 operarios solo se les exigió, por acuerdo de convenio colectivo, tener la “ESO, el graduado escolar o FP1”. Otra exigencia era tener “experiencia en desempeño de puesto de trabajo similar”. A los programadores informáticos (hay cuatro) les bastó únicamente con acreditar que tenían “experiencia en el sistema operativo MS-DOS”. Los dos jefes de negociado que hay en plantilla solo tuvieron que demostrar “conocimientos de proceso de texto, hoja de cálculo, gestores de datos y entornos ofimáticos”.

20 operadores solo saben manejar sistemas informáticos
El informe analiza también los puestos del Servicio Central de Informática del Tribunal de Cuentas, donde hay otros 11 operarios. En este servicio, señala el documento, el nivel de exigencia profesional debe ser muy superior (“por encima del nivel de usuario de Windows”) al del personal antes citado. Tampoco sucede: “En siete de los once puestos es suficiente un uso básico del ordenador para ocupar un puesto informático en el Servicio Central de Informática”. Ninguno de estos siete operarios tiene estudios universitarios. En ese departamento han recalado algunos de los opositores con “padrino” en la institución, según asegura una fuente.

Algunos allegados de altos cargos son ahora jefes de equipo. El convenio colectivo del tribunal resta importancia a los estudios a la hora de ascender. Su artículo 6 establece: “Los aspirantes por el turno de promoción interna, excepto para acceder a los grupos 1 [titulados universitarios] y 2, quedarán exentos de reunir el requisito de titulación reseñado anteriormente, siempre y cuando acrediten una experiencia mínima de cinco años de antigüedad en la plantilla”.

Investigación@elpais.es

Dos grandes debilidadesEl informe sobre las graves carencias del servicio informático del Tribunal de Cuentas contiene un estudio comparativo con su análogo del Tribunal Constitucional. El informe apuesta por que haya un equipo propio competente dentro del Tribunal de Cuentas que sea capaz de desarrollar los programas adecuados para su cometido fiscalizador y, a la vez, garantice la confidencialidad de la documentación que maneja.Sin embargo, descubre “dos grandes debilidades” respecto al servicio informático del Tribunal Constitucional. “El Tribunal de Cuentas externaliza la mayoría de los mantenimientos de las infraestructuras y aplicaciones de administración electrónica. Estos mantenimientos se concretan en forma de atención telefónica desde un centro externo, por lo que no hay atención dentro del propio tribunal ni de técnico que conozcan de antemano las peculiaridades de la infraestructura del tribunal. Por ejemplo, si se cae la red de datos, la atención en primera instancia es telefónica, con independencia de la gravedad del incidente, lo que alarga los tiempos de resolución frente a los que se obtendrían si se dispusiera de técnicos en la propia sede, como sucede en el Tribunal Constitucional. Lo ideal sería disponer de técnicos informáticos en plantilla que se ocuparan de este trabajo para que el conocimiento se mantengan dentro del tribunal”.El estudio compara la capacidad y nivel de los técnicos del Tribunal Constitucional y del de Cuentas, y concluye: “La relación entre puestos TIC [los más cualificados] y empleados es de 1 a 7 en el Tribunal Constitucional, mientras que en el Tribunal de Cuentas es de 1 a 64

miércoles, 25 de junio de 2014

Impresionante red familiar en el Tribunal de Cuentas español

Relaciones familiares en el Tribunal de Cuentas

El País

Vínculos familiares entre altos cargos y empleados del órgano fiscalizador de las cuentas del Estado
Los lazos de parentesco en el Tribunal de Cuentas alcanzan a 100 empleados.